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‘Aida’ es parte de la cultura local

‘Aida’ es parte de la cultura local

La cancelación de las representaciones de Aida -incluida dentro de la programación de la 53ª temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria Alfredo Kraus- ha supuesto un duro mazazo para los aficionados locales. Pero no solo para ellos, el mundo lírico (sin exagerar) esperaba también con expectación el debut de Elina Garanca en el rol de Amneris, uno más a sumar a la brillante trayectoria de la mezzo soprano letona, considerada una de las voces más reconocidas del actual panorama operístico. El resto del reparto de esta representación verdiana era igualmente excelente: Alfred Kim y María José Siri, entre otros, con la dirección musical de Karel Mark Chichón al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC).

Cayetano Sánchez/ Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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La intérprete seguro que lamenta esta cancelación, ya que en declaraciones hechas a la revista Ópera Actual, antes del percance, manifestaba: «Amneris siempre ha sido mi sueño, es un auténtico monte Everest artístico». Entretanto, Ulises Jaén, director de la temporada que organizan los Amigos Canarios de la Ópera (ACO), apunta que «nuestro deseo, en el que estos momento estamos trabajando, es buscar nuevas fechas en esta temporada para su representación». Al tiempo señala que «de no poder ser, por problemas de agenda de los intérpretes, buscaríamos otro casting del mismo nivel».

De cumplirse este deseo sería la cuarta vez que esta obra de Verdi se presentase en la temporada grancanaria. La anteriores funciones se realizaron en 1970, 1974, 1982 y 1988, pocas para un título tan popular, pero comprensible si se piensa que se requiere un reparto que roce la excelencia para que la aventura no sea un fiasco.

En la memoria cultural de la ciudad, Aida ocupa un lugar muy señalado, pues con ella se inaugura el actual edifico del Teatro Pérez Galdós. Unos breves apuntes históricos. El por entonces llamado Teatro Tirso de Molina, en la noche del 28 de junio de 1918, sufre un pavoroso incendio que lo destruye casi por completo. Ante el incidente, el Ayuntamiento decide poner fondos propios para su reconstrucción, recurriendo al arquitecto municipal Fernando Navarro para el proyecto. Tras su repentino fallecimiento en Madrid, el Consistorio encarga a los hermanos Martín Fernández de la Torre la terminación del edificio, que mantiene el proyecto, añadiendo un toque personal.

Tras varias interrupciones de diversa índole se pospone en el tiempo su apertura. Queda claro que la maldición de la demora en finalizar las obras públicas de Las Palmas de Gran Canaria es un clásico.

Finalmente, diez años después, el 20 de mayo de 1928, el teatro abre nuevamente sus puertas con la compañía lírica del maestro Franco Capuana. En su elenco figuran grandes voces del momento de los principales teatros del género. El título elegido para la primera subida del telón, como ya se apuntó, es Aida, una ópera estrenada en 1871, que cuando llega a la ciudad ya es un éxito en todo el mundo. La premura en redactar esta reseña me impide confirmar si antes de esta fue se pudo ver con anterioridad la obra de Verdi en la ciudad. No sería de extrañar, dado que Las Palmas de Gran Canara fue un lugar obligado de paso -en sus escalas portuarias- de las grandes compañías operísticas camino al continente americano, que aprovechaban ese tiempo en ofrecer representaciones en los escenarios locales.

Sin lugar a dudas, la figura principal de reparto fue la soprano inglesa Eva Turner, en aquel momento en pleno esplendor artístico, considerada aún hoy día una de las grandes de la historia de lírica. Pese a que se la recuerda como una de las mejores Turandot que ha habido, aquí encarnaba al personaje que da título a la ópera, Aida. No es difícil imaginar el revuelo que produjo se presencia en aquella ciudad, una urbe llena de carencias de todo tipo, clasista y pueblerina donde unos pocos tuvieron la oportunidad de escuchar a La Turner. Fallecida en 1990, con el título de Dame, tuvo la oportunidad de regresar a la ciudad en 1988, invitada por ACO a una representación de ese título, con motivo de la función cien del entonces llamado Festival de Ópera. Para el recuerdo queda uno de los tríos amorosos más señeros de la ópera, en uno de las obras más emblemáticas del repertorio por su calidad y grandeza. A destacar el aria de soprano, A mia patria (la pueden escuchar en Youtube por la propia Eva Turner) y su archifamosa Marcha.

En tiempos de noticias falsas conviene desmentir una leyenda: no fue estrenada en la inaguración en 1869 del Canal de Suez en El Cairo... Pese a que era la intención inicial. Por varios motivos se representó Rigoletto. El estreno en el país donde transcurre la trama se produjo el 24 de diciembre de 1871.

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