Muere a los 91 años Ornella Vanoni, la gran intérprete de la música italiana
La artista, que vendió más de 55 millones de discos, falleció a causa de un paro cardíaco en su casa de Milán
C. P. S.
Domingo, 23 de noviembre 2025, 10:35
Ornella Vanoni, una de las grandes divas de la música italiana, murió la noche del viernes a los 91 años en su domicilio de Milán a causa de un paro cardíaco, según informó el periódico Corriere della Sera. Vanoni fue una de las cantantes más prolíficas de la escena italiana y alcanzó sus mayores éxitos en los años sesenta y setenta, con temas como 'Senza fine' (Sin fin), estrenada en 1961, y 'Domani è un altro giorno' (Mañana es otro día) de 1971. Sin embargo, su mayor éxito comercial fue 'L'appuntamento' ('La cita'), la versión italiana de la canción brasileña 'Sentado à beira do caminho' de Erasmo y Roberto Carlos. Estrenada originalmente en 1970, gozó de una enorme proyección mundial cuando apareció en la banda sonora de la película de Steven Soderbergh de 2004, 'Ocean's Twelve', expandiendo su éxito mucho más allá de las fronteras italianas.
Icónica por su estilo, su tono sensual y melancólico, y reconocible por su cabello pelirrojo y rizado, Vanoni se convirtió en la primera cantante de la historia del Festival de San Remo en recibir un premio honorífico por toda su carrera, en 2021. A San Remo había acudido ocho veces. Nunca ganó, pero logró un segundo puesto en 1968 con 'Casa bianca'.
«Ha marcado la historia de la música italiana, dejando un legado artístico que permanecerá para siempre grabado en el corazón de todos», ha apuntado este domingo Lorenzo Fontana, presidente de la Cámara de Diputados de Italia.
La carrera de Vanoni, una de las artistas más queridas de su país, abarcó más de siete décadas en las que vendió más de 55 millones de discos y publicó unos 40 álbumes de estudio. Sus canciones, que inspiraron a varias generaciones de artistas, exploraban el amor, la pérdida y la feminidad, así como las cárceles, el crimen, la exclusión social y la pobreza de los suburbios. No era una vocalista clásica. Fue una intérprete capaz de decir una canción más que de cantarla.
A medida que las modas y las costumbres cambiaban en Italia, la voz íntima y encantadora de Vanoni siguió siendo un símbolo de autenticidad emocional en la música del país. Elegante y ferozmente independiente, hace poco, refiriéndose a sus planes funerarios, declaró en el programa de televisión Che Tempo Che Fa: «El ataúd debería ser barato porque quiero ser incinerada. Luego, que me tiren al mar, quizás en Venecia». Su funeral se celebrará este lunes.
Inspiró a Armani y Valentino
Nacida en 1934 en el seno de una familia milanesa acomodada, su padre era empresario del sector farmacéutico. Ello permitió a su familia enviarla a un colegio de monjas en Italia y luego a universidades en Suiza, Gran Bretaña y Francia, donde aprendió alemán, inglés y francés. Comentaba que su madre solía decirle que una buena chica siempre debía salir de casa bien arreglada, con «algunos tacones y un poco de maquillaje».
Trabajó inicialmente como actriz bajo la tutela del director Giorgio Strehler en el Piccolo Teatro, antes de dedicarse a la música. Vanoni exploró diferentes géneros musicales. Sus primeras canciones folclóricas sobre el submundo criminal de Milán le valieron el apodo de 'Cantante della mala'. Posteriormente se convirtió en intérprete de obras de destacados cantautores italianos y colaboró con los artistas brasileños Toquinho y Vinicius de Moraes, así como con músicos de jazz.
Amiga íntima del diseñador de moda Gianni Versace, fallecido en 1997, también inspiró a destacados estilistas como Giorgio Armani y Valentino a crear sus prendas.
Vanoni, mantuvo una relación con el director del Piccolo Teatro, Giorgio Strehler, y con Gino Paoli, cantautor italiano con quien colaboró, y estuvo casada con Lucio Ardenzi entre 1960 y 1972. La pareja tuvo un hijo, Cristiano. En una entrevista en la 'Gazzetta dello Sport' en 2024, Vanoni afirmó que nunca amó a su marido, pero que pensaba que "tarde o temprano, hay que casarse».
En sus últimos años, la milanesa siguió siendo una figura destacada en el mundo artístico, colaborando con jóvenes artistas italianos. En entrevistas, hablaba con franqueza sobre el envejecimiento, la soledad y la creatividad, y compartía sus reflexiones sobre política y noticias, mostrando siempre un vivo sentido del humor.