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Los bustos de Juba II, de mármol el del Prado y de bronce el del museo de Rabat, estrellas de la muestra. R.C.
Marruecos y España, una vecindad milenaria, enriquecedora e inestable

Marruecos y España, una vecindad milenaria, enriquecedora e inestable

El Museo Arqueológico revisa la profunda conexión entre los territorio a ambos lados las columnas de Hércules en una muestra que recorre casi 400.000 años

Martes, 24 de mayo 2022, 15:47

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Tan cerca, tan lejos a veces. Marruecos y España mantienen una vecindad milenaria y enriquecedora, pero a menudo conflictiva e inestable. Ahora que se han restañado las heridas entre ambos reinos con el bálsamo de la diplomacia, la normalización de relaciones se rubrica y engrasa con la muestra 'En torno a las columnas de Hércules', en cartel hasta el 16 de octubre en el Museo Arqueológico Nacional (MAN).

A través de más de 300 piezas y en un arco temporal de casi 400.000 años, desde el Paleolítico Inferior al siglo XVI, la exposición recorre y analiza las conexiones de toda índole entre los territorios a ambos lados el Estrecho de Gibraltar, la unión del Atlántico y el Mediterráneo y el final de la tierra conocida en la antigüedad, en cuyos extremos se alzaban las míticas y hercúleas columnas.

Fenicios, púnicos, griegos, romanos o musulmanes poblaron los territorios que se abren al norte y al sur del Estrecho solo en los últimos cuatro milenios, dejando una profunda huella en las culturas ibérica y magrebí, cuyos contactos humanos y materiales han marcado su evolución antropológica, cultural y política.

Perro de bronce en posición de ataque de la ciudad
Perro de bronce en posición de ataque de la ciudad R.C.

Se evidencia a través de 335 piezas procedentes en su mayoría de grandes museos marroquíes, de Rabat, Fez, Tánger o Safí, que rara vez han salido de Marruecos, y de las colecciones del propio MAN. Dividida en seis grandes ámbitos temáticos, la muestra se remonta a la prehistoria para analizar después todas colonizaciones, con especial atención a las dos que unificaron ambos territorios: la romana y la expansión islámica por el Mediterráneo durante la Edad Media.

El discurso finaliza con el tránsito a la Edad Moderna, cuando occidente y España miran al Nuevo Mundo americano, a Europa y a otras áreas del Mediterráneo, de modo que las relaciones entre ambos territorios se ven alteradas por el nuevo orden mundial.

Bronce y mármol

Entre las piezas estelares, los bronces escultóricos de la antigua ciudad romana de Volubilis y dos bustos de Juba II. Rey y señor de Mauritania y Numidia, el último antes de la dominación romana, Juba se casó con Cleopatra Selene, hija de Marco Antonio y Cleopatra. Marruecos atesora un busto de bronce de Juba «que es como la Dama de Elche de las colecciones marroquíes», según Eduardo Galán, comisario de la muestra y conservador jefe del MAN. Por primera vez se exhibe este portentoso bronce junto al busto de mármol de Juba que conserva el Museo del Prado y que permite apreciar su parecido. «Es un personaje fascinante, vinculado a Gadir (Cádiz) y Cartago Nova (Cartagena), educado en Roma y que se supone fue el primer descubridor de Canarias», explica Galán.

Dinar de oro de Ali Ibn Youssede la Ceca de Fez (arriba). Figura femenina de terracota, de Ibiza, y 'Efebo escanciador de bronce', de la ciudad romana de Volubilis. R. C.
Imagen principal - Dinar de oro de Ali Ibn Youssede la Ceca de Fez (arriba). Figura femenina de terracota, de Ibiza, y 'Efebo escanciador de bronce', de la ciudad romana de Volubilis.
Imagen secundaria 1 - Dinar de oro de Ali Ibn Youssede la Ceca de Fez (arriba). Figura femenina de terracota, de Ibiza, y 'Efebo escanciador de bronce', de la ciudad romana de Volubilis.
Imagen secundaria 2 - Dinar de oro de Ali Ibn Youssede la Ceca de Fez (arriba). Figura femenina de terracota, de Ibiza, y 'Efebo escanciador de bronce', de la ciudad romana de Volubilis.

«Lo que sucede hoy entre Marruecos y España no es representativo de una cercanía que se remonta a la prehistoria», dice el comisario, distanciando la celebración de la muestra de la nueva y dulce etapa en las relaciones hispano-marroquíes. «Somos vecinos a todos los efectos y nuestras culturas están conectadas desde el alba de los tiempos». Aún así, «resulta obvio que la exposición es un símbolo de normalización», reconoce el comisario. «Quizá hace dos años no se podía haber hecho», agrega Galán, destacando que la muestra «va más allá de los vaivenes políticos». «Esta es una historia de vecindad y unas veces los vecinos se llevan mal y otras muy bien», reitera Galán.

«Es ambiciosa y quiere contar muchas cosas. Ha tenido una gestación lenta y compleja por los años que hemos vivido y que todos conocemos, que complicaron el trabajo, pero que no lo ha detenido nunca», admitía el comisario de una muestra organizada por el Ministerio de Cultura, la Fundación Nacional de Museos del Reino de Marruecos y Acción Cultural Española (ACE).

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