
Javier Cabrera, poeta
«La poesía canaria va y vuelve, gira, retoma y traza nuevos preceptos»Secciones
Servicios
Destacamos
Javier Cabrera, poeta
«La poesía canaria va y vuelve, gira, retoma y traza nuevos preceptos»El poeta grancanario Javier Cabrera, con trece poemarios en las librerías, da a conocer el último, 'Indicios' (Mercurio Editorial), en la mañana de este viernes, a partir de las 12.00 horas, durante la celebración de una mesa redonda, en la carpa Alexis Ravelo de la 36ª edición de la Feria del Libro de la capital grancanaria, en el parque de San Telmo, en la que también participan otros tres autores isleños con sus respectivos libros: Aventino Sarmiento, con 'Vereda'; Marcos Hormiga, con 'Puerto de amar'; y Teodoro Santana, con 'Ciudad abierta'.
- ¿Qué se va a encontrar el lector que se sumerja en el poemario 'Indicios'?
- Encontrará un poeta imperfecto, empecinado en construir un armazón lírico, al tiempo que un corpus estructural, donde se fusionen ambos propósitos, y que a pesar de la insistencia en un discurso sostenido, pretendidamente unitario, cae en la cuenta, precisamente, de esa noticia: «Sólo acabo sustentando indicios de lo que la poesía, ya su construcción o bifurcación, ya su implosión o decantación, da...».
-¿Qué le inspiró esta serie de poemas?
-El propio estado de la poesía, más allá del poema cerrado, exacto y acabado: en este caso el andamiaje del libro pretende hacernos creer que la poesía habita, permanece y se rehace en la estructuración de su propia casa. Lo que ocurre es que esa casa está cimentada sobre una isla, azotada por los vaivenes del pensamiento, remitidos tanto a la condición oceánica como a la tensión telúrica, más exactamente volcánica, y de las dudas del poeta en su durabilidad. 'Indicios' es, al cabo, producto de una imagen compleja: imaginaba una casa sobre una roca, que al tiempo era una panadería, porque su horno aprovechaba el calor del volcán, pero de la que se hacía complejo expandir el producto porque estar asentada en una roca en mitad de la nada marina. El hacedor de ese producto, para el caso el poeta, habita la casa como la duda lo habita a él, en constante eventualidad, si no descarnada, sí al menos imperante en su propósito de cocer. Con todo, la poesía permanece, pues el poeta insiste, irremediable, en producir más pan en ese horno, una y otra vez.
- ¿Cómo se aborda el desmantelamiento de la poesía desde su propio núcleo?
- A estas alturas, tras doce libros publicados, y unos ocho todavía inéditos, intentando dotar de voz unitaria a preceptos que proceden de distintas y distantes estancias, empecinado en encajar materiales con diferentes grados en densidad o liviandad, acabas casi convencido, es mi caso particular, de que la poesía se estructura y cristaliza a través de ella misma: de ella parte, por su entrañamiento se recorre y a veces estalla, pero acaba reconociéndose en su propia condición: la médula que la esencia. Ese es para mí el lenguaje, hacia él intento encaminarme y deseo que me convoque lo que discurso. Claro que uno, como ser cambiante que es en el tiempo, observa asimismo, cómo en ese tránsito es otra y también su propia poesía y el armazón que la conforma. De ahí que me reconozca, como lo hago con mi propia poesía, un ser fragmentario.
- ¿Cómo afronta la presentación en la Feria del Libro en un acto en el que también participan Marcos Hormiga, Aventino Sarmiento y Teodoro Santana?
- Hay un hilo conductor en esta presentación conjunta: todos los libros pertenecen a una misma colección, con cabecera: 'El mar hace...' -tomado de un verso de Alonso Quesada y en su homenaje-, que dirijo para la editorial Mercurio y casi por encargo de mis pares en la idea inicial de su conformación. Ya se han publicado ocho tomos, antes de estos se editaron los libros de Ángel Sánchez, Berbel, José Miguel Junco y Maribel Lacave. Para este año ya trabajamos en los de Cristina R. Court y de Luis Natera. Será una colección unitaria fijada en los poetas de una misma generación, aquella mal llamada 'generación del silencio', surgida en los años 80 del pasado siglo XX. En su precepto está, asimismo, recuperar la obra de varios compañeros ya desaparecidos; cité a Luis Natera, por ejemplo, pero también quedan nombres como Carlos Ramos, Dolores Campos-Herrero o Marcos Martín Artiles. El proyecto es continuar editando a los poetas restantes de la generación, incluido algún homenaje a nuestros poetas mayores, pero aún me reservo nombres.
-Es difícil generalizar, pero, ¿la poesía canaria contemporánea atraviesa por un buen momento?
-Con la poesía canaria pasa como con las poesías que se hacen en el resto del mundo. Va y vuelve, gira y retoma, y traza nuevos preceptos según momentos y corrientes. Si quisiéramos establecer un distingo y debiéramos recurrir al hecho singular de la insularidad, del aislamiento u otras peculiaridades que nos distingan, igualmente, habremos de acudir al resto de los insularismos, por supuestamente paralelos o convergentes. Sin embargo, dado que las nuevas tecnologías han acortado distancias de comunicación, maneras de mirar y dar cuenta del mundo y la Gran Aldea homogeniza formas de interpretar ese mundo, tal vez hoy ya todo, inmediatez por medio, hace que muchas formas de atacar el hecho poético acaben asimismo siendo paralelas, convergentes, comunicantes o formas de espejo en ideas y preceptos que se agolpan o solapan e incluso llegan a superponerse. Siempre habrá, valga la excepción, poetas que se distingan en su lenguaje, su forma de estructurar las ideas, incluso en su manera de conformar el discurso, esos serán los que acaben gozando de una voz propia, ajena a modos, modas, corrientes o lugares del mundo que habiten.
La organización de la 36ª edición de la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, que se celebra hasta el domingo en el parque de Santa Catalina, anunció este jueves, a través de las redes sociales que los autores Alba Pastor y Sergio Erre, que iban a presentar sus repectivos libros este viernes en la carpa Dolores Campos-Herrero, no estarán presentes por cuestiones personales y por la cancelación de su vuelo, respectivamente. Se mantiene la presencia en las distintas carpas de autores como Pablo Arconada, Gloria Oliva, Julio Tejera, Annika Brunke, Mario Obrero, Juan Carlos Abril, Ruy Alonso, Fernando Bruquetas, Antonio Becerra, Clara Gillman y Susana Matondo, entre otros.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.