Juan Jesús Armas Marcelo: Canarias en el corazón de su literatura (I)
«Esa voluntad de convertir a Canarias en literatura alcanzó su máxima expresión en la década del ochenta, cuando Armas Marcelo creó Salbago, su célebre ciudad imaginaria».
Carmen Márquez Montes
Profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 27 de mayo 2025, 22:53
El reciente Premio Canarias de Literatura 2025 al novelista Juan Jesús Armas Marcelo ha cumplido con agradecer a este autor su prolífica y diversa obra, ... en la que muestra el mundo desde el microcosmos que siempre le ha acompañado: Canarias y su mundo. Durante esta semana podremos acercarnos más a su mundo creativo y su imaginario a través de los diversos encuentros con su obra. Primero, ayer, en la Biblioteca General de la ULPGC (Tafira) se habló en el Club de Lectura de la Universidad La Calma Lectora de la novela 'El árbol del bien y del mal' (1985). El miércoles 28 de mayo, también a las 18.00 horas, en la sala 26 de abril de la Sede Institucional de la ULPGC (Juan de Quesada, 30) impartirá la conferencia 'Vargas Llosa o el síndrome de emperador'; el 29 de mayo, en la Casa de Colón, la directora de la Institución y el periodista José María Ayaso entrevistarán al autor. Y, finalmente, el 30 de mayo le podremos acompañar en la recepción oficial del Premio Canarias.
A sus setenta y ocho años, Armas Marcelo –conocido cariñosamente como Juancho o JJ- recibe el máximo galardón de las letras canarias con la emoción de quien llevaba tiempo esperándolo: «Hace tanto tiempo que estaba esperando esto que para mí es un gran privilegio… El privilegio y el homenaje se convierten en un compromiso. Antes lo tenía con algunas cosas en las islas, ahora lo tengo mucho más», confesó el pasado domingo en la entrevista publicada en CANARIAS7. Y es que, aunque el escritor reside en Madrid desde finales de los años setenta, nunca ha dejado simbólicamente su tierra: «No vivo en las islas, pero las islas a mí me habitan. Me ocupan, me preocupan y a veces me obsesionan», afirma con pasión insular. En un tono entre irónico y entrañable, Armas Marcelo asegura que este premio será celebrado «el día del armisticio» –en alusión jocosa a la tregua con sus críticos locales– con una fiesta rodeado de amigos y familiares. Son declaraciones que reflejan tanto su personalidad cercana y humor crítico, como el amor profundo que profesa a la comunidad donde se inició como escritor y de la que, en el fondo, nunca se ha alejado.
Canarias como tema y símbolo literario
La obra narrativa de Armas Marcelo está atravesada por las Islas Canarias, no solo como escenario geográfico sino como esencia temática y simbólica. Ya en sus primeras novelas –'El camaleón sobre la alfombra' (1974), 'Estado de coma' (1976) o 'Calima' (1978)– el joven autor exploraba la realidad de Las Palmas natal bajo nombres ficticios. La crítica María Rosa Alonso observó que en estos libros iniciales Armas Marcelo «expresa su disgusto con la ciudad insular y su historia (bajo nombres ficticios)», es decir, retrata de forma velada la sociedad canaria de la época, con sus aristas y contradicciones. Aquellas novelas tempranas, influenciadas estilísticamente por autores del Boom hispanoamericano como Cortázar, Vargas Llosa o García Márquez, revelaban ya la intención del escritor de hablar de su tierra incluso al criticarla, configurando un universo insular literario propio.
Esa voluntad de convertir a Canarias en literatura alcanzó su máxima expresión en la década del ochenta, cuando Armas Marcelo creó Salbago, su célebre ciudad imaginaria. Salbago es una urbe mítica inspirada inequívocamente en Las Palmas de Gran Canaria –un trasunto literario de la capital isleña– que aparece en 'Las naves quemadas' (1982) y 'El árbol del bien y del mal' (1985). En estos relatos, el autor edifica todo un «universo de Salbago», un microcosmos donde lo local y lo universal se entrelazan. La familia Rejón, estirpe fundadora de Salbago, protagoniza 'El árbol del bien y del mal' a lo largo de tres generaciones, en una saga familiar que inevitablemente recuerda al Macondo de García Márquez y a la estirpe de los Buendía. Así como Macondo sintetiza el mundo hispanoamericano, Salbago condensa la historia y el espíritu de Gran Canaria.
A través de Salbago, Armas Marcelo levanta una metáfora literaria de la historia isleña y española en general. En 'El árbol del bien y del mal', los avatares de los Rejón recorren hitos como la pérdida de las últimas colonias españolas en América, la Guerra Civil o la muerte de Franco. El devenir de Salbago refleja así las tensiones entre tradición y cambio, aislamiento y apertura. La isla ficticia se convierte en escenario de los grandes dilemas humanos –realidad y ficción, civilización y barbarie, guerra y paz, cielo e infierno, democracia y dictadura, el Bien y el Mal– que el autor explora con una prosa rica en matices. En 'Las naves quemadas', por su parte, Salbago sirve de punto de partida para una recreación novelada de la odisea de la conquista de América, desde Canarias hasta la búsqueda quimérica de El Dorado. Esta novela mezcla hechos históricos y ficción, inspirándose incluso en crónicas de Indias, y subraya el papel de Canarias como puente entre el Viejo y el Nuevo Mundo.
El propio Armas Marcelo ha reflexionado sobre esa identidad fronteriza y mestiza de las islas, que impregna su literatura. «Las Canarias son –como él dice– geográficamente África, políticamente España, culturalmente el Caribe», una frase que resume la encrucijada única del archipiélago. Hijo de esta triple herencia, Armas Marcelo se define a sí mismo como «un español raro porque soy canario, es decir, soy mitad venezolano y mitad cubano». No es una mera boutade: Canarias tiene una larga historia de emigración a América, y el autor subraya que «la única épica del archipiélago canario es la emigración… principalmente a Cuba y a Venezuela». Esta visión late en su obra, tanto en la ficción como en el ensayo. De hecho, uno de sus libros de no ficción se titula 'El otro archipiélago' (1988), un documentado estudio sobre la diáspora canaria a América. Antes ya había publicado 'Guía secreta de Canarias' (1979), que muestra su afán por explorar los entresijos y mitos de su tierra natal. Y en 'Propuesta para una literatura mestiza' (1994), Armas Marcelo abogó por una literatura capaz de reflejar la mezcla de identidades y culturas –un concepto que bien puede aplicarse a la realidad canaria, crisol entre Europa, América y África.
Canarias no es para Armas Marcelo un simple decorado pintoresco: es la savia de su universo literario. Sus islas –reales o reinventadas– aportan no solo ambientes y personajes, sino símbolos poderosos. Son islas físicamente pequeñas, pero enormes en resonancias históricas y emocionales.
Desde la ciudad inventada de Salbago hasta las páginas donde describe los paisajes, la historia y el habla isleña, la obra de Armas Marcelo confirma la centralidad de Canarias en su imaginación. Como él mismo ha admitido, aun viviendo lejos, lleva las islas por dentro; y esa insularidad vivida se transforma en literatura.
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