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Andrea Cabrera Kñallinsky y Aldo García Arias, autores de la novela 'Parabere'. C7
Andrea Cabrera y Aldo García novelan y reivindican «el humanismo» de la marquesa de Parabere

Andrea Cabrera y Aldo García novelan y reivindican «el humanismo» de la marquesa de Parabere

La escritora grancanaria y el autor madrileño presentan este jueves, en el Gabinete Literario, la novela que quedó finalista del Premio Café Gijón

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 20 de febrero 2025, 01:00

El azar juega en muchas ocasiones un papel importante en la vida. La escritora grancanaria Andrea Cabrera Kñallinsky y el autor y editor madrileño Aldo García Arias lo saben bien, ya que durante una comida con una amiga surgió el nombre de un personaje real del pasado siglo XX que acabó cruzando el camino de ambos para novelarlo. Se trata de María Mestayer de Echagüe, que se hizo muy conocida como la marquesa de Parabere.

Esta mujer, nacida en 1877 en el seno de una familia de clase alta, ha inspirado 'Parabere', la novela que firman conjuntamente Andrea Cabrera y Aldo García, que tras lograr ser finalista del prestigioso Premio de Novela Café Gijón, ha desembarcado en las librerías de todo el país editada por Siruela dentro de la colección Nuevos Tiempos.

Este jueves, a partir de las 19.00 horas, los dos escritores la presenta en el Gabinete Literario de la capital grancanaria, acompañados por la periodista Lourdes Santana y por Óscar Bermejo. Al día siguiente firman ejemplares, desde las 18.00 horas, en la librería Sinopsis.

En 'Parabere' convive la realidad y la ficción. Se cuentan acontecimientos reales de este personaje histórico que se hizo muy conocido por su manera de divulgar la gastronomía junto a otros inventados por los dos escritores pero inspirados por la época y por los acontecimientos que atravesó España y Europa desde finales del siglo XIX hasta bien entrada la siguiente centuria.

Ni Andrea ni Aldo habían oído hablar de María Mestayer de Echagüe hasta que «una amiga de los dos puso su nombre sobre la mesa» en un encuentro en Madrid, reconoce el escritor, editor y responsable de las librerías Machado de Madrid. «A mí me sonaba de vender sus libros de cocina, pero no la conocía. Esa amiga nos dijo que tenía una vida novelesca. Nos pusimos a investigarla y vimos que era cierto. Así que nos pusimos a jugar poco a poco a hacer una novela sobre ella», reconoce García Arias.

Doble motivación

Andrea Cabrera señala dos aspectos fundamentales de la marquesa de Parabere como motivación para que ambos se embarcaran en este proyecto que, sin pensarlo, ha acabado en las librerías y con una primera presentación, la pasada semana, en la imponente y repleta Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

«Me pareció especialmente interesante por dos cosas. Por un lado, por su propia biografía. Era una mujer de muy alta cuna que tenía la vida solucionada y se complicó la existencia por seguir su gran pasión. Con 58 años dejó a su marido en el País Vasco y se fue a Madrid para abrir un restaurante de súper lujo. Antes, había hecho una labor muy parecida a la de los periodistas. Cogió un tema sesudo para traducirlo, no tanto por el idioma -aunque a veces también, porque partía de recetas en francés- para que todo el mundo pudiera entender las recetas. Se trataba de recetas que eran muy difíciles de seguir para aquellas personas que no fueran profesionales. Pero ella puso las elaboraciones paso a paso e incluyó dibujos con los utensilios que había que utilizar para que las mujeres, que eran las que cocinaban en aquellos años, las pudieran entender. Esto la llevó a publicar unos recetarios que tuvieron mucho éxito, primero en hojas parroquiales y después en la prensa», explica la periodista y escritora.

Pero como «arquetipo de mujer», María Mestayer de Echagüe le pareció aún más jugosa para darle vida dentro de una novela. «Fue una mujer moderna, visionaria... una feminista sin pretenderlo. Y es que era súper conservadora, pero a la vez muy liberal», subraya Cabrera Kñallinsky.

La autora de la novela 'La galería de los antepasados' aclara que a esta mujer hay que valorarla ajustada a su época para entender lo avanzada a su tiempo que era. «Fue un estandarte del consenso y eso es especialmente interesante en los tiempos que vivimos ahora. Siempre huía del conflicto y buscaba tender puentes. No le interesaba la posición política de las personas porque veía mucho más allá. Era una gran humanista y eso es especialmente relevante en unos tiempos tan crispados y polarizados como los actuales. Su gran cintura y flexibilidad debería servir como ejemplo actualmente», defiende sin ambages. Y Andrea Cabrera remite a un episodio real que se narra en 'Parabere'. «No se ofendía con cualquier cosa, como sucede a mucha gente ahora. Vale como ejemplo que la CNT, el sindicato anarquista, le colectivizó su restaurante en Madrid a los pocos meses de estar abierto. Había invertido en ese proyecto, su gran sueño, muchísimo esfuerzo, dinero y tiempo. Lo abrió en abril de 1936 y a los pocos meses se lo colectivizaron. A pesar de eso, se llevó bien con los sindicalistas de la CNT, que la llamaban la camarada marquesa. Años después, cuando asesinan a Avelino Cabrejas, el sindicalista que le colectivizó el restaurante, sintió mucha pena por él», apunta admirada.

Una casa con servicio

Como miembro de la alta burguesía, tanto en Bilbao como en Madrid, la marquesa de Parabere tenía servicio en casa. Su manera de tratarlo también marcó diferencias, según los responsables de la novela. «No trataba mal a su servicio, pero cada uno tenía su lugar. Hay que tener en cuenta que hace más de un siglo y hay que entender la mentalidad que reinaba en aquellos años», reitera Andrea Cabrera.

La novela se estructura en cinco partes. Una primera que transcurre en Sevilla, donde nació la protagonista. Una segunda titulada 'Belle Époque', en la que, según Andrea Cabrera, se desmitifica aquella etapa de la historia. «Investigué cómo era la vida de la clase alta en el Bilbao de aquellos años. También cómo era la vida de la clase baja y de los que se ganaban la vida trabajando como servicio para los más pudientes. Para esas personas, la Belle Époque no fue tan idílica», apunta la escritora, que asumió esta parte del relato.

La estructura del libro se completa con una tercera parte que se desarrolla con la apertura del restaurante en Madrid y el comienzo y desarrollo de la Guerra Civil y una cuarta y quinta donde se relata la postguerra y la apertura del restaurante Casa Jacinto.

El proceso de escritura

«Nos dividimos los periodos, una vez que decidimos qué tipo de novela queríamos y qué tipo de narrador. Andrea empezó por el principio de la historia y yo por la postguerra. Fuimos caminando y a veces retrocedíamos para ajustar, reconstruir y empalmar mejor la historia», rememora Aldo García.

Así, a medida que avanzaban en una escritura que transitaba a la par de las investigaciones históricas para documentarse, los dos escritores se enviaban los capítulos para que el otro los corrigiera y aportara su visión. Y también para lograr que a pesar de que haya sido escrita a cuatro manos, al lector le parezca que solo haya existido un escritor. «Eso lo hemos logrado a base de mucha corrección y puliendo una y otra vez. Cuando terminamos la novela, la leímos muchas veces. También se la dimos a leer a María Trapero y a Antonio Borrallo para la corrección ortotipográfica. Ha sido un proceso muy enriquecedor. La escritura es un trabajo muy solitario. No sabes cómo escribes hasta que te confrontas con un espejo. He descubierto que soy súper metódica y perfeccionista. Yo no lo sabía hasta ahora, pensaba que todo el mundo era como yo. Aldo es totalmente diferente, es mucho más anárquico», reconoce la escritora Andrea Cabrera.

Andrea Cabrera y Aldo García, los autores de 'Parabere'. C7

La ausencia de pretensiones y el sosiego como claves

Andrea Cabrera defiende que una de las claves para que 'Parabere' haya llegado a buen término ha sido la «ausencia de pretensiones» con las que Aldo y ella se embarcaron en esta aventura literaria. «Una de las ventajas ha sido que la novela la empezamos sin pretensiones, como un juego. Después ya fuimos avanzando, uniendo las partes que cada uno escribía, y dándole forma al proyecto. Cuando no hay prisas y nadie te presiona, las cosas las haces con sosiego y eso enriquece la novela», apunta. Aldo García reconoce que los descendientes de la protagonista están muy contentos con el resultado final. «Su nieto, Gonzalo, y su biznieto nos han dicho que les ha gustado mucho. Tenían miedo de que hiciéramos una farsa, pero les aclaramos desde el principio que era una biografía novelada hecha desde el respeto», dice el escritor sobre un libro en el que aparecen otros personajes históricos del calibre de Chaves Nogales, Malraux, Hemingway o Buffalo Bill, entre otros.

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