Joel Sarakula aterriza en la isla con un cóctel de soul y «buenas vibraciones»
El músico australiano, referencia del soul contemporáneo, cierra este viernes en el Auditorio Alfredo Kraus esta edición del ciclo 'Eat to the Beat'
Joel Sarakula es ese señor alto, con melena y gafas pintorescas que probablemente se haya cruzado las últimas semanas por la playa de Las Canteras. También, y esencialmente, es un músico australiano afincado en Londres que se ha convertido en una referencia del soul contemporáneo. Y, por último, es el artista que cierra este viernes la última entrega de 'Eat to the Beat' en el Auditorio Alfredo Kraus.
Sarakula lleva semanas en Gran Canaria. Quiso salir de una Inglaterra más oscura que nunca, sometida a los rigores de la pandemia y aun contexto político complejo. Su inmersión en la isla es tal que se ha aprendido hasta las canciones de Los Canarios, la mítica banda con la que Teddy Bautista plantó cara a los cánones del pop nacional en los estertores de la dictadura.
El músico australiano presenta 'Companionship', su cuarta referencia en Europa después de las publicaciones de 'The Golden Age', 'The Imposter' y 'Love Club'. Antes, en Australia, había firmado 'Mystery Morning' y 'Souvenirs'.
Sarakula es puro soul y funky. Lo es su música, y también lo es su actitud. Sus sonidos han sido comparados con músicos tan dispares entre sí como Billy Joel, tal vez por su diligencia al piano, o los Flaming Lips. Pero él tiene claro cuáles son las influencias que honra. «Siempre escucho ese tipo de comentarios sobre mi música y me siento halagado, pero estoy más cerca del soul, disco, funky, etc. Hace diez años sí que podrían hacer alguna comparación entre mi música y la de Billy Joel pero ya no es lo mismo con los últimos discos», señaló.
El compositor se prepara para un concierto casi íntimo, ante un aforo reducido por las exigencias de Salud Pública. Pero no duda de que pueda ser una fiesta en toda regla. Como el del pasado sábado con Los Zigarros, al que acudió como espectador. «Tocar ante un público de unas 150 personas será magnífico. Es como volver a los comienzos. La semana pasada estuve en el Auditorio viendo a los Zigarros y disfruté mucho del ambiente que se creó. La gente estaba muy a gusto en ese espacio y si con mi concierto logro que se diviertan y olviden esta realidad, estaré muy agradecido e igualmente feliz», manifestó a pie de playa y con la traducción de Cristina Santana.
Y es que la propuesta musical de Sarakula es fundamentalmente optimista. Como una conversación con él. Su música es reposada pero con una clara incitación al baile. Una apuesta que asegura se verá en Gran Canaria. «Ya... quisiera que la gente bailara, pero hay que seguir las normas y ahora mismo no se puede. Se puede crear un buen ambiente, que la gente disfrute e incluso hacer una fiesta interior escuchando música. Que haya buen 'feeling' sin movernos parece complicado, pero no lo es», añade.
A Sarakula no le mediatizan las comparaciones. A sus 38 años y con una carrera dilatada cree haber encontrado su espacio. Y eso es lo que plantea con su música, que pra la crítica está ya clasificada en un universo propio. «Prefiero lo que hago ahora mismo y me siento muy cómodo haciendo este tipo de música con un sonido tan años 70. En estos últimos diez años, muchos grupos que hacían jazz o soul han preferido ir cambiando hacia otras tendencias más actuales, pero yo me siento cómodo creando a partir del sonido bailable y con grooves funkys propios de la época de los setenta», asegura.
Sus canciones tienen un aliento optimista, especialmente significativo en estos tiempos que corren en el que el mundo se fracciona entre virus y colisiones políticas agudas. Él concibe sus canciones como un relato hilado sobre sus experiencias vitales y confía en que siga siendo así en sus próximos pasos. «Seis meses antes de la pandemia era imposible saber el futuro que nos tocaría vivir. Así que, mis letras seguían siendo optimistas y positivas. Soy una persona positiva y me gusta que mi música proporcione 'good vibrations'. Ya existen muchos problemas en el mundo y necesito dar algo de positividad a todo lo que ya estamos viviendo», señaló a modo de adelanto de su concierto.
Joel Sarakula comenzó muy joven a tocar el piano. Y también es un competente guitarrisra .Sin embargo, su proceso de composición es más sensorial que académico. «No sé muy bien cómo explicarlo. Hay melodías que llegan a mi mente y se quedan. Ahora mismo, si estuviese corriendo por la playa de Las Canteras, podría llegarme una idea o una melodía que después materializaría con un instrumento. Parece difícil, pero ya llevo muchos años trabajando así», dice.
Aburrido del 'Brexit'.
Joel Sarakula parece haber sentido un flechazo con la isla. No solo se ha dedicado a disfrutar del sonido «'old school'» de Los Canarios, sino que se ha convertido en un bañista habitual de Las Canteras como demuestra el leve cambio de tonalidad de su piel.
Llegó a Inglaterra hace años intentado posicionarse mejor en el universo musical global, pero los acontecimientos de los últimos años le tienen hastiado. «Qué aburrido resulta todo esto del 'Brexit'. Ahora mismo estoy aquí en Canarias, nado cada día en Las Canteras, disfruto del sol y de la calidad de vida que tienen aquí. Creo sinceramente intentar quedarme aquí durante un tiempo. Probablemente, pasar el invierno aquí e ir viendo qué ocurre con la pandemia, el 'Brexit' y toda la situación mundial», señala.
Además de su banda en Inglaterra, Sarakula cuenta con músicos locales en los distintos países en los que toca. «En España cuento con la Fundación Tony Manero, en Alemania tengo a otros músicos, en Holanda a otros, etc. A veces resulta complicado, pero creamos una buena red de 'compañeros' y veo que, a pesar de las dificultades, esto funciona gracias a esa camaradería. A veces es estresante, pero lo disfrutamos mucho», manifestó.
Por eso no ha dudado en hacerse al oído con sonidos locales y en las semanas que lleva en la isla incluso ha ido aprendiendo más palabras del español que ha ido incorporando a su repertorio de conversación con todo aquel con el que se relaciona.