Cristina García Rodero ofrece un pasaje a La India desde San Telmo

Desde ayer se puede visitar este trabajo documental junto a las escaleras de la estación de guaguas del capitalino parque de San Telmo, escenario de varios proyectos expositivos de este calado en los últimos años.

'Tierra de sueños' es el resultado de la inmersión de García Rodero en Anantapur, en el estado de Andhra Pradesh, uno de los lugares más castigados por la pobreza en el país. Con la colaboración del personal de la Fundación, la artista documentó muchas situaciones cotidianas de la vida en esos lugares. Su relación con lo sagrado o ejemplos conmovedores de superación.

«Me encargaron que documentara principalmente el papel de la mujer y en ello me detuve», explica García Rodero. «Realmente juega un papel capital en esa sociedad y en la formación de líderes», expuso antes de detenerse a explicar, una por una, la identidad impresa en cada una de las fotografías.

El relato de García Rodero combina momentos de una intensa ternura con fragmentos verdaderamente estremecedores. A lo largo de esta muestra impulsada por las entidades financieras en colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se pueden ver desde puestas de largo de adolescentes hasta la tragedia en los hospitales.

La fotógrafa nacida en Ciudad Real defiende que para ejercer su trabajo le tiene que «emocionar» lo que enfrenta a su objetivo. Y eso le sucedió en su viaje a Anantapur. Por ejemplo en ese estado vital de la infancia. «Los niños, a pesar de sus circunstancias, siempre están jugando y entreteniéndose con lo que pueden. Por ejemplo, en una ocasión vi a una niña sola, con una expresión muy peculiar, e intenté tomarle una fotografía. Pero no pude porque el resto de niños se dio cuenta y no paraban de meterse por medio porque querían salir también en la foto. Y se me escapó la naturalidad de lo que quería sacar», recuerda, cruzada no obstante por una sonrisa.

La mirada de García Rodero es inabarcable. Fue la primera fotógrafa española en trabajar con la Agencia Magnun, la más prestigiosa en el mundo de la imagen. Y su trayectoria de largo recorrido es inabarcable, capturando momentos alrededor de todo el mundo.

Es evidente que García Rodero tiene un aprecio especial por la labor de la Fundación y de Vicente Ferrer, su fundador. «Es increíble que empezando a ayudar con tan poco como él lo hizo se haya conseguido tanto. El trabajo que hacen allí es espectacular», indica antes de sostener un argumento por encima del resto. «He tomado varias fotografías en las escuelas porque creo que donde de verdad se puede construir una sociedad mejor es en esos lugares donde se consigue que la educación llegue a todo el mundo», manifiesta.

La ganadora del World Press Photo en 1993, a pesar de atesorar en la memoria fotogramas de una emotividad intensa, también se emocionó al enfrentarse en Las Palmas de Gran Canaria a algunas de las fotos que hizo en su periplo indio, como el de una mujer abrazada a su hija en el hospital mientras llora desconsolada. «La madre tiene sida, porque se lo pegó su marido. Y a su vez se lo transmitieron a la niña. El marido las abandonó y ella no quiere desde entonces seguir el tratamiento, se está dejando morir. Es su padre, el abuelo de la niña, quien ejerce de hombre de la casa, y en el momento de la fotografía ha ido a por una galleta para ella. Es por eso por lo que llora desconsolada», significa García Rodero.