Tenesor Rodríguez: «El festival debe realizar un esfuerzo por crecer en público»
El libro 'SREC, 20 años de cine y solidaridad' se presentó el jueves en la Casa de la Cultura Sara Bolaños, en el municipio de Santa Lucía
Francesc Zanetti
Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 8 de noviembre 2024, 01:00
Tenesor Rodríguez se involucró en el equipo logístico de organización de la Muestra de San Rafael en Corto en la edición de 2006, del que formó parte hasta su séptima entrega. En la Casa de la Cultura Sara Bolaños del municipio de Santa Lucía de Tirajana presentó el jueves el libro editado con ocasión de las dos décadas de existencia que celebra el mencionado festival impulsado en 2005 por la Asociación Cultural Canaria Gran Angular.
El libro, titulado 'SREC, 20 años de cine y solidaridad' lo considera «una historia personal desde dentro que relata la intensa trayectoria de este festival organizado por Gran Angular».
La columna vertebral del volumen es lo que para Rodríguez constituye la esencia de SREC, «por un lado la dimensión autogestionaria y de involucración voluntaria de sus promotores, la importancia del cortometraje como escuela de cine y el compromiso con la justicia social, los derechos humanos, la sostenibilidad, la denuncia, etcétera que ha caracterizado en este tiempo las líneas programáticas del evento».
El autor del libro estima que «es difícil explicar el legado y la repercusión que ha tenido esta muestra de cortometrajes porque entramos en el ámbito de los intangibles. Lo que sí es cierto que muchísima gente joven de Canarias que se inició en el mundo del cortometraje en San Rafael en Corto como plataforma de difusión de sus trabajos en una época en la que no existían escuelas de cine como existen ahora, consolidó luego sus vocaciones dedicándose al cine y al audiovisual. Vieron que el cine no solo era un medio sino una industria que generaba puestos de trabajo. Otro legado de esta muestra es la creación de la educación en valores, la solidaridad, el conocimiento de realidades silenciadas lejanas en la distancia, pero cercanas emocionalmente como la del pueblo saharaui o la causa palestina. Todo ello es muy difícil de contar y muy complicado transmitir en esta obra», señala Rodríguez.
Explica que el festival se enfrenta a muchos desafíos, algunos de ellos vinculados a la propia muestra. «SREC puede ser víctima de su propio éxito en lo que se refiere al número de cortos que recibe su organización cada año. También la simultaneidad de mucha de su oferta resulta un esfuerzo ímprobo para los integrantes del colectivo Gran Angular, que deben competir con plataformas digitales, otros eventos de distinta naturaleza que tienen lugar a diario y en un espacio relativamente alejado de la capital grancanaria que para muchos aficionados al cine resulta un inconveniente. El aspecto de su financiación no es un problema, porque en estos 20 años, con muy poco dinero, se ha materializado año tras año esta muestra gracias al esfuerzo colectivo desinteresado de muchas personas. El festival debe realizar un esfuerzo por crecer en público interesado en el cine y en el cortometraje en particular», añade.
Este festival «ha sido un estímulo para muchos realizadores que no tenían a principios del 2000 dónde exhibir sus trabajos sintiéndose cineastas por un día. Ha sido una de las aportaciones silenciosas de SREC que también permitió una continuidad a muchos realizadores tras el parón que registraron otros festivales con motivo de la crisis acaecida en 2008. SREC no se ha guiado en estos 20 años por premios económicos ni por la competitividad entre los directores y directoras, porque es el público que asiste a sus sesiones quien decide con su voto qué películas integran su palmarés oficial», concluye Rodríguez.