«Queremos que el público salga de la sala con un aprendizaje»
La novena edición de la Muestra de Cine de Lanzarote, que se desarrolla hasta el próximo 30 de noviembre, cuenta con una programación integrada por una serie de largometrajes y cortometrajes que han sido seleccionados atendiendo a su «interés cinematográfico», asegura Javier Fuentes Feo, director de esta iniciativa cultural organizada por una asociación independiente y sin ánimo de lucro.
«Seleccionamos aquellas películas que ayudan a ver la realidad de un modo más interesante y abierto. No buscamos películas con un enfoque concreto: social, de género o político. Lo que queremos es que la gente que vaya a la sala piense al salir que ha aprendido algo más. Igual que nos pasó a nosotros cuando vimos las películas seleccionadas», explica el máximo responsable de esta muestra que arrancó en la noche del jueves con la proyección de los cortos El mar inmóvil, de Macu Machín, y No merece morir, de Julián Martín.
Sobre la existencia de un equilibrio entre el interés que despierta el contenido y la factura técnica y estética de los filmes a la hora de incluirlos en esta muestra, Javier Fuentes se muestra muy claro. «Un pensador importante del siglo XX decía que la forma es un contenido social sedimentado. Esta frase puede parecer compleja, pero su sentido es sencillo. Viene a decir que la forma de las obras de arte es ya en sí mismo la expresión de un determinado contenido. Por ejemplo, la pomposidad megalómana de los monumentos totalitarios, con su grandilocuencia y su exceso formal, implica ya un contenido impositivo, dominante, aplastante incluso. Por eso en la Muestra de Cine de Lanzarote tratamos de no diferenciar entre la forma y el contenido de las películas. Creemos que son dos cosas que tienen que ser igualmente exigentes, rigurosas y liberadoras».
Esta cita cinematográfica incluye una sección oficial compuesta por siete largometrajes con otros apartados en los que figuran un buen número de producciones canarias, lo que supone una combinación de la defensa de lo local con una vocación universal.
«En estos tiempos tan inquietantes, en los que vuelven viejas opciones que sueñan con la pureza o la supremacía de lo propio, nos parece fundamental reivindicar precisamente la importancia del lugar en el que vivimos: cuidarlo, prestarle atención y defenderlo, pero recordando siempre su conexión ineludible con el ámbito global. Lanzarote es única por muchos motivos, por ejemplo por sus volcanes y por su relación con la sal, pero no por ello debe querer ser exclusiva. Al contrario, lo importante es incluir en nuestra mirada cómo otros lugares se han relacionado con el volcán, con la sal o con otros temas. Por eso este proyecto quiere defender lo local, pero saber que estamos hermanados con lo global», subraya el director de la Muestra.
La sal ha sido el tema elegido para la sección Trasfoco. «El año pasado tomamos la decisión de abrir una nueva sección que sirviese para conectar de una manera especial con Lanzarote. La idea es seleccionar cada año un tema importante para nuestra isla, y proyectar películas de la historia del cine que hayan abordado ese tema. En 2018 el primer tema que tratamos fue El Volcán y proyectamos películas de diferentes momentos históricos y numerosos lugares geográficos: de Islandia a Japón. Este año pensamos que un tema también importante para la construcción cultural de esta isla era la sal”. Lanzarote llegó a tener veintisiete salinas, y eso marcó muchos aspectos de su realidad social y económica. Hemos organizado conferencias sobre la sal, veremos más de once películas en las que la sal es importante, desde un largometraje soviético de 1930 hasta un documental indio de 2007. También haremos pateadas guiadas por diferentes salinas», avanza.
