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«Cuando vives un drama no estás todo el tiempo regodeándote»

«Cuando vives un drama no estás todo el tiempo regodeándote»

Marta Nieto realizó un importante trabajo previo de investigación antes de dar vida a Elena, la protagonista de Madre, el largometraje de Rodrigo Sorogoyen que desde este viernes se proyecta en las salas de cine españolas. Se documentó y se entrevistó con personas que sufrieron en sus propias carnes dramas similares al que retrata esta ficción, que continúa la del cortometraje del mismo título con el que el cineasta español fue nominado al Óscar de Hollywood.

Jueves, 1 de enero 1970

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De sus encuentros con personas cuyos hijos desaparecieron, como le sucede a Elena, la actriz nacida en Murcia aprendió bastante. «Me sorprendieron ciertas cosas, porque lo que viven son sentimientos muy extremos y situaciones muy tortuosas. Tienen espacio en la cabeza para todo lo que sean capaces de imaginar, dentro de lo malo. Sobre todo durante esa larga incertidumbre en la que se preguntan qué le ha podido pasar a su ser querido. Tienen reacciones sorprendentes. Algunas las elegimos para entender el pasado de Elena, donde se incluyen situaciones dramáticas, como tenía que ser. Por eso la llaman la loca de la playa. En una situación así, no vale ser ambigua... no valen las medias tintas. La Elena del cortometraje es una mujer resolutiva y práctica, hasta que se desgasta por puro agotamiento. Lo ha dado ya todo, se ha metido en sitios de todo tipo, ha investigado por su cuenta... hasta que ve que siempre se topa contra un muro y que de ahí no puede sacar algo. De primera mano me contaron que en una situación así de extrema hacían todo lo posible, pero absolutamente todo lo que se les ocurría», explica la actriz por teléfono, desde Madrid.

El filme de Sorogoyen arranca con su propio cortometraje, tras lo que da un salto temporal de diez años, cuando Elena se ha establecido en un enclave costero de las Landas, en Francia. La misma playa, o una similar, en la que su hijo Iván, de seis años, desapareció, en principio a manos de un desconocido, cuando su padre lo había dejado solo para ir a buscar sus juguetes a la caravana en la que viajaban durante las vacaciones.

Para interpretar a esta Elena arrasada por la pérdida, Marta Nieto asegura que una de las primeras cosas que tuvo claro es que no podía «actuar», sino ser natural, dentro del drama en el que se encuentra su personaje. «Ella está muy cansada, por el desgaste que le produce ese dolor, un dolor que es un mar de fondo constante para su existencia. De repente conoce a un chaval y comienza a sentir cosas que pensaba que había olvidado que podía experimentar. Empieza a despertar. Por eso, tenía mucho más sentido enfocar el personaje hacia ese despertar, hacia esas ganas, en vez de hacia el estado de tensión y dolor constante en el que vive su cuerpo. Además, cuando vives un drama no estás todo el tiempo regodeándote. Todo lo contrario, buscas la forma para intentar sobrevivirlo», explica la actriz que encabeza un reparto que se completa con el actor español Alex Brendremühl y los franceses Jules Porier, Anne Consigny y Frederic Pierrot.

La actriz no tiene claro si a personas que han vivido situaciones parecidas a la que narra Madre le gustará ver esta película. «Puede que haya personas a las que no les guste ver su mismo drama reflejado en otra persona. Pero de lo que sí tengo la certeza es de que, como muestra la película, con amor, en este caso hacia un joven francés que le recuerda a su hijo, se puede salir un poco de ese dolor. Se puede reorientar la vida desde otra perspectiva, no solo desde la lucha, la incomprensión y el enfado. Se vuelve a sentir algo bonito y la persona puede llegar a reconciliarse con la vida», subraya.

Madre llega a los cines tras su estreno en la sección Horizontes de la pasada Mostra de Cine de Venecia, donde Marta Nieto fue galardonada como la mejor actriz. «Fue un lujo, un sueño. Suena cursi, pero es la verdad», confiesa. En esa misma sección compitió la producción canario-chilena Blanco en blanco, por la que el chileno Théo Court logró el galardón a la mejor dirección y el filme el que otorga la Federación internacional de críticos de cine (Fipresci).

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