'Cavalleria Rusticana' desafía a la pandemia con una invitación para irse a casa tarareando

De la mayor parte de las óperas se sale con el corazón roto ante el drama contemplado y con alguna de sus arias más espectaculares en la memoria. Pero tras contemplar 'Cavalleria Rusticana' se podrá abandonar el Auditorio Alfredo Kraus, tras las funciones previstas para los días 18, 20 y 22 de mayo, siempre a partir de las 20.00 horas, «taradeando» algunas de las melodías de la maravillosa música compuesta por Pietro Mascagni.

Así lo apuntó ayer una leyenda de la dirección musical, el director israelí Daniel Oren, que se estrena al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) dentro la temporada de ópera de Las Palmas de Gran Canaria Alfredo Kraus que organiza la asociación de los Amigos Canarios de la Ópera (ACO).

«El melodrama italiano más tradicional es una sucesión de dúos cerrados, mientras que Mascagni apuesta con el verismo una sucesión de arias más abiertas y con una música que permite que te vayas a casa tarareando alguna de sus melodías», como sucede, apuntó Oren, con el famoso Intermezzo de 'Cavalleria Rusticana', que en 1980 utilizó el cineasta Martin Scorsese como inolvidable banda sonora de su obra maestra 'Toro Salvaje'.

Daniel Oren lamentó que en la actualidad no se lleven a cabo, como sucedía en el siglo XIX, concursos internacionales para nuevas composiciones de música clásica. Precisamente, en uno de ellos se impuso Mascagni con esta ópera de un solo cuarto y con un trasfondo experimental que con el paso del tiempo se ha convertido en una referencia dentro del repertorio lírico.

«Su libreto no es genial, ya que se tuvo que escribir en dos meses. Lo genial es su música», apuntó sobre una ópera que Mascagni quería que transcurriera casi en tiempo real, en una gran plaza junto a la iglesia, salvo los pasajes ya mencionados del Intermezzo y la Misa.

El israelita, que puso en valor el hecho de que España y Rusia sean de los pocos lugares del mundo que han mantenido los recintos escénicos y musicales abiertos en plena lucha contra la pandemia de la Covid-19, subrayó «el gran reparto y los grandes solistas» de la OFGC que protagonizarán las tres funciones de este título, el penúltimo de la 54ª temporada de ACO.

Ulises Jaén, director artístico de ACO, reconoció que este montaje repite la fórmula que se ha convertido en una costumbre en esta temporada grancanaria, un reparto joven, con voces de calidad y una considerable presencia canaria.

La mezzosoprano rusa Yulia Matochkina es la encargada de dar vida al rol de Santuzza. Aseguró ayer estar encantada de poder «interpretar esta música tan bella y cargada de emociones con la misma fuerza de un océano» dentro de un reparto de gran calidad y que en los ensayos «se ha entendido con una sola mirada».

Sergio Escobar, por su parte, es Turiddu en esta ópera estrenada por primera vez en 1890, en la capital italiana. El tenor español, que ya estuvo en el montaje de 'Adriana Lecouvreur' de esta misma temporada de ACO, reconoce que afronta un «rol verista y complicado de cantar», ya que obliga al cantante a «no dejarse llevar por las emociones». «Es la cuarta vez que lo hago y cada vez me gusta más, le voy cogiendo mejor el punto», añadió.

El personaje de Lola recae en la grancanaria Abenauara Graffigna. La soprano señaló que se trata de un rol «que canta poco pero sin su presencia no tendía sentido la historia» de esta ópera.

«Es un rol que no está muy bien visto, ya que es la mala de la película. Aunque yo creo que no hay en esta ópera ni buenos ni malos, ya que todos los personajes se mueven en una sociedad muy cerrada, machista y de otra época», defendió.

La mezzo también grancanaria Andrea Gens encarna a Lucia. «Es una mujer de 70 años, madre de una hija y como soy una esponja aprendo de todo para hacerlo mejor. Además, estoy encantada de formar parte de este elenco maravilloso», dijo junto al tenor coreano Youngjun Park.