Más candidatas que candidatos para dirigir el Reina Sofía

El comité de expertos encargado de la selección final, según las normas del concurso publicado el 10 de febrero en el BOE, concluyó su labor el viernes pasado. Entre los nueve candidatos iniciales había cinco mujeres -ninguna española- y cuatro hombres, casi todos por encima de lo cincuenta años.

Tres de las posibles ganadoras son mexicanas: Sofía Hernández Chong Cuy (Mexicali, 48 años), exdirectora del Museo Tamayo y la mejor colocada según algunas apuestas; Magali Arriola (Ciudad de México, 53 años), directora actual del Tamayo, y Viviana Kuri (Ciudad de México, 53 años) al frente el Museo de Arte de Zapopan (MAZ). Las otras dos aspirantes son Rosana Carrete (Montevideo, 54 años), directora del Museo Cabildo de Montevideo, y la italiana Cristiana Collu (Cagliari, 57 años), al frente de la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma.

Entre los varones hay tres españoles y uno argentino: Manuel Segade (La Coruña 46 años), al frente del Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Móstoles desde 2015; Gabriel Pérez-Barreiro (La Coruña, 53 años), exdirector y conservador jefe de la Colección Patricia Phelps de Cisneros y asesor de la coleccionista venezolana; Bartomeu Marí (Ibiza, 57 años), filósofo y exdirector del Macba, y Ferrán Barenblit (Buenos Aires, 56 años), exdirector del CA2M de Móstoles y del Macba de Barcelona.

La comisión de expertos que eligió a estos aspirantes y a la terna definitiva ha estado formada por Christophe Cherix, conservador del MoMA; Cuauhtémoc Medina, conservador jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC); Joanna Mytkowska, directora del Museo de Arte de Varsovia; Gloria Moure, exdirectora del Centro Gallego de Arte Contemporáneo (CGAC), y María Nicanor, directora del Smithsonian Design Museum (EE UU). Iceta tiene la última palabra y trasladará su decisión al Consejo de Ministros que se reúne el martes y podría aprobar la elección del titular de Cultura.

El nuevo responsable de la dirección del Reina Sofía recibirá una herencia envenenada y un museo al ralentí. Borja-Villel abandonó su despacho el 20 de enero, dejando la gestión en manos del subdirector gerente, Julián González Cid, y de la subdirectora artística, Mabel Tapia. En estos meses la actividad ha sido casi nula. Solo está en cartel una exposición temporal dedicada la Colección Susana y Ricardo Steinbruch, mecenas del Museo.

Quien la suceda deberá gestionar mantener o revertir la última y personalísima reordenación de la colección estable en la que Borja-Villel ha dejado su sello desde 2021 con una dirección que ha sido de todo menos tranquila. Un discurso que concluye en la actualidad, con obras alusivas a los años del sida, a la catástrofe del Prestige e incluye las pancartas del 15-M.

En sus tres lustros de mandado la polémica ha marcado su gestión con críticas feroces y adhesiones inquebrantables a su peculiar forma de hacer, que alterna las exposiciones más difíciles con las 'blockbusters' dedicados a Dalí a Picasso, que le permitieron superar los cuatro millones de visitas en los años anteriores a la pandemia. Es ahora uno de comisarios la Bienal de São Paulo y asumirá la labor de coordinador de la ampliación del Museo Nacional de Arte Contemporáneo en Barcelona (MNAC) y el resto de museos catalanes.

Borja-Villel estuvo a apunto de presentarse al concurso antes de presentar su dimisión. Llegó a la dirección del museo en 2008 con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente, tras ganar por unanimidad el concurso internacional convocado por Cultura, que designó a un comité internacional que seleccionó a un candidato entre los 29 aspirantes. José Jiménez, entonces director general de Bellas Artes, presidió un jurado integrado por Bruno Corà, Marta Gili, Simón Marchán, Hans-Ulrich Obrist, Rosa Olivares y Alfred Pacquement.

Comunicó su decisión el 22 de diciembre al patronato del museo, presidido por el entonces ministro de Cultura, César Antonio Molina, en sesión extraordinaria, y después se sometió a votación. De las 29 candidaturas, 22 procedían de España, tres de países europeos, dos de Estados Unidos, una de Iberoamérica y otra de Asia. Borja-Villel acabó imponiéndose a Enrique Juncosa, director del Museo Irlandés de Arte Moderno de Dublín. Vivió luego dos renovaciones con Mariano Rajoy al frente del Gobierno.