El relato invisible del monumento y la fortaleza
Abraham Riverón exhibe su instalación 'Argamasa' en la Fundación Martín Chirino de la capital grancanaria hasta el 28 de enero de 2024
¿Qué es un monumento a día de hoy? ¿Y qué uso, conservación y valor se le atribuyen a las fortalezas y los antiguos espacios defensivos de la ciudad? ¿Qué pasa con los escombros que se generan del proceso escultórico y durante el desarrollo urbanístico de la urbe? Esta son algunas de las preguntas que se esconden detrás de la instalación conceptual 'Argamasa', del artista Abraham Riverón, que desde este viernes y hasta el próximo 29 de enero se puede visitar en la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, en el Castillo de La Luz de la capital grancanaria.
Esta creación de nuevo cuño es el resultado del programa de la Residencia Artística Martín Chirino, Creadores 2023, cuyo jurado eligió el proyecto presentado por el artista nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1988.
Sacos de escombros
Los visitantes de 'Argamasa' se toparán, antes de entrar en la sala para las exposiciones temporales de la Fundación, con tres sacos de grandes dimensiones llenos de escombros. Dos proceden del propio trabajo realizado por Abraham Riverón durante su Residencia Artística y el tercero de la fortificación de Punta del Diamante, en el barrio de San Nicolás.
«Muestro todo el desecho necesario para hacer una escultura. Juego con la dualidad en torno a los monumentos, que suelen entenderse como una creación cerrada, monumental y patriarcal. Muestro todo lo que está detrás y nunca se exhibe. Se trata de los residuos de mi proceso de creación y los escombros recogidos en la Punta de Diamante. Así reflexiono sobre cómo se utiliza ahora el patrimonio histórico», apunta el artista horas antes de inaugurar la instalación.
Tres vitrinas de pequeño formato reciben en el interior de la sala. En dos se muestran restos del propio Castillo de La Luz, por un lado piedras y restos de argamasa que han caído de las paredes exteriores y han sido inventariadas, así como elementos recogidos en la batería de San Juan. «Es un espacio que se ha convertido en un vertedero y en un lugar habitacional, en el que vive gente. Un espacio de defensa que se ha convertido en defensa desde otra perspectiva. Una especie de guarida para personas que ahora viven ahí», apunta este arquitecto técnico y graduado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna que trabaja como artista desde 2016.
Pavimento de la azotea del Castillo
'Argamasa' se completa con la exhibición del pavimento retirado en la azotea del Castillo de La Luz cuando se detectaron filtraciones y que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria nunca volvió a recolocar una vez impermeabilizado el techo. «Es un pavimento no original del Castillo que está numerado. Hay una cuestión arqueológica en todo lo que muestro. Es como neoarqueología. Lo presento como si fuese algo patrimonial y también me ha llevado a la idea las cuevas pintadas», explica el artista, que ha situado en las lozas de piedra y arena que ha elaborado, a modo de ladrillos que se asemejan a los del propio Castillo de La Luz.
La argamasa es «cal, arena y agua que permite que se pueda unir una piedra con otra, tal y como es el propio territorio sobre el que reflexiono», responde el artista cuando se le cuestiona sobre el título de su propuesta.
No hacer 'chirinos'
Jesús María Castaño, director de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, recuerda que este programa de Residencia Artística busca que los creadores investiguen y reflexionen en torno a la obra del escultor grancanario por cuyo legado vela esta institución. «No queremos que hagan 'chirinos', no tendría sentido. También implica una reflexión e investigación en torno al territorio y el patrimonio de las islas, tal y como ha hecho Abraham Riverón», apunta.
«Me interesaba la idea que tenía Marín Chirino no solo de la imagen del monumento, también sobre el territorio, porque muchas de sus piezas están en un espacio público que nos pertenece a todos como sociedad. Igual que él materializa algo inmaterial como el viento y el territorio, yo lo llevo a mi terreno y materializo la cuestión escultórica monumental a día de hoy. ¿Qué es el monumento hoy? ¿Cómo se podría hacer y de qué podría hablar? Ahora que tenemos problemáticas como las viviendas y el uso del territorio, quería mostrar el desecho que también se puede monumentalizar», explica Abraham Riverón.
Ideas de fondo
El proceso escultórico, el uso y conservación del patrimonio defensivo y militar, la gentrificación, el imparable desarrollo urbanístico son algunos de los cimientos sobre los que Abraham Riverón ha erigido esta intervención conceptual en la Fundación Martín Chirino.
«El arte conceptual de hoy en día necesita de una serie de saberes heterodoxos. El artista no se puede dedicar, como antaño, a una sola disciplina, sino que tiene que ser multidisciplinar para contextualizar y darle valor a lo que realiza», explica Jesús María Castaño, director de la Fundación.
Tras hacerse acreedor de la residencia artística, Abraham Riverón recorrió la capital grancanaria. «Es una ciudad que conocía de forma intermitente y estuve dos meses seguidos recorriendo sus muros y castillos. Esto me permitió profundizar y descubrir cómo la ciudadanía convive con ese patrimonio. Muchos ciudadanos lo desconocen y eso que lo tienen a un paso», confiesa el artista tinerfeño, que en su isla natal ya había trabajado y reflexionado con anterioridad en torno a espacios militares.
Desde la Fundación Martín Chirino defienden que este proyecto de residencias artísticas no solo permite la creación de nuevas obras. También supone un espaldarazo para profesionales emergentes. Así ha sucedido, por ejemplo, con 'Transeúntes' (2021), de Cristina Ortega, muestra que tras mostrarse en la isla viajó a diversos encuentros de arte y ferias nacionales e internacionales.
El año pasado, Salvador Jiménez-Donaire presentó en el mismo marco la muestra 'La Lentitud de Las Piedras'.
