Cuando la pintura inspira la conquista de las papilas gustativas
El Cifp San Cristóbal ha desarrollado la 8ª edición de 'Entre fogones, la cocina en la colección del CAAM'
Los caminos por los que invita a transitar una obra de arte son insospechados. Hasta el punto de que tres piezas que integran la colección permanente del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) han inspirado entrantes, platos principales, postres y cócteles. Las piezas seleccionadas de los artistas Acaymo S. Cuesta, Marta Mariño y Nadia Brito han sido las elegidas para la 8ª edición del proyecto 'Entre fogones, la cocina en la colección del CAAM', en el que han participado 58 alumnos del Cifp San Cristóbal de la capital grancanaria.
Mediante esta iniciativa, muchos de los alumnos se han acercado al mundo del arte, hasta ese momento un gran desconocido para la mayoría. También se ha disparado su imaginación y sensibilidad para trasladar a los platos que elaboran las sensaciones e ideas que les han inspirado ese contacto previo con el arte contemporáneo.
«Hemos afrontado esta 8ª edición con mucha ilusión. Hay algunos cambios con respecto a las personas que integraron el equipo desde la primera edición. Se ha ido innovando con los años y en las dos últimas ediciones han venido los autores a explicarle a los alumnos su trayectoria, no las piezas que finalmente los inspiran. Les han hablado sobre los sentimientos y las emociones que plasman en sus obras y sobre los distintos soportes que utilizan para sus piezas artísticas. A partir de esos encuentros, los alumnos han realizado un pequeño estudio previo sobre cada uno de ellos para después llevar a cabo sus creaciones en la cocina», explica Fuensanta Barrera, docente del Cif San Cristóbal y coordinadora del proyecto.
Una vez culminado esta fase inicial, los estudiantes de cocina de este centro de la capital grancanaria comenzaron a trabajar en torno a las piezas de Marta Mariño, Acaymo S. Cuesta y Nadia Brito que conforman la colección del CAAM. Así han nacido los entrantes, los platos principales, los postres y los cócteles que han ideado y ejecutado, tras «una especie de traducción del arte pictórico al arte gastronómico», señala Fuensanta Barrera. Para llevar a cabo ese trasvase, han «utilizado los cimientos de la vida, han sido muy curiosos y les hemos ayudado a utilizar el pensamiento crítico para ser creativos», comenta la coordinadora del proyecto. «Nuestra intención es que los alumnos crezcan. No solo ahora, sino en un futuro. Con este proyecto, que partió del CAAM, se planta la semilla para que lo sigan haciendo el resto de sus vidas», añade.
El pasado miércoles, Cristina Suárez Cruz y Ainhoa Santana Montaño y Francisco Jesús Mejías Gil, que llevan apenas cuatro meses como alumnos en el Cifp San Cristóbal, ultimaban el postre que han elaborado a partir de la obra seleccionada de Nadia Brito. «Plasmamos nuestros sentimientos», explican nerviosos sobre el mes y medio de trabajo previo. «El postre se cimenta en la galleta, como recuerdo de nuestra casa. Posteriormente, le hemos añadido varias capas. En la primera, está el dulce de leche con un toque salado, que significa la vida; la segunda refleja los sueños de ahora, que plasmamos con los suspiros; la nata montada es la tranquilidad; y los cambios de la vida los mostramos con el crujiente de millo que nos lleva a nuestra tierra con un sabor a gofio pero con una textura que refleja una vida que cambia a medida que pasa el tiempo. Por último, el algodón azúcar, que corona el postre, refleja los sueños del futuro», apunta Cristina Suárez Cruz.
«En cuanto al montaje, lo que hemos querido ha sido reflejar la fragilidad de la vida, de ahí que esté sobre una copa. Nos hemos centrado en los sabores que conocemos y que significan la casa. La altura es también el miedo que tenemos a caernos y el soporte que utilizamos es una tabla que representa la tranquilidad que nos produce la naturaleza», señala Ainhoa Santana Montaño con el respaldo de Francisco Jesús Mejías Gil.
Los tres alumnos reconocen que han descubierto la existencia del CAAM gracias a esta iniciativa artístico-culinaria. «Muchos ni sabían lo que es el CAAM y nunca habían acudido a un museo. Los ponemos en contacto con ese mundo y les ayudamos a que vean que ellos también son creadores y que cada día pueden hacer arte con sus acciones cotidianas. También trabajamos con productos kilómetro cero y abordamos principios como la economía circular y la sostenibilidad. Así son conscientes de que además de ser cocineros tienen que tener un deber con la sociedad», defiende Fuensanta Barrera.
En la 8ª edición de 'Entre fogones, la cocina en la colección del CAAM' se ha incidido en la importancia del trabajo «en sala», de ahí que se hayan elaborado cócteles. «Es súper importante darle valor a la restauración. Los cocineros no somos nada sin los camareros. No son meros transportadores, ya que llevan los sentimientos y las emociones que se han plasmado en cada plato. Le cuentan la historia al cliente», puntualiza.
En esta misma idea incide Rosa Delia Hernández Castillo, directora del Cifp San Cristóbal. «Es un sector que estamos potenciando», destaca desde este centro que integra «la Red de Excelencia de la Formación Profesional junto a otros cuatro de la península», apunta.