Investigan a tres médicos por prescribir más de 20.000 pastillas de psicotrópicos a un solo paciente

La Guardia Civil investiga a tres médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por prescribir grandes cantidades de psicotrópicos -más de 20.000 comprimidos en nueve meses- a un mismo paciente. El hombre, vecino de Villanueva de la Concepción, es drogodependiente, en tratamiento con metadona, y acumula numerosos antecedentes policiales.

La investigación, que el Instituto Armado bautizó con el nombre de 'Benzo' por benzodiacepina, que es el principio activo de estos fármacos, se inició a raíz de la alerta del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, que detectó que se estaban suministrando cantidades elevadas de medicamentos -muy por encima de los límites legalmente establecidos- a una misma persona.

El Colegio de Farmacéuticos puso esta situación en conocimiento de la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de la Junta, que trasladó la denuncia a la Guardia Civil para que investigara el caso. Los agentes comprobaron que el individuo acudía de forma reiterada al centro de salud de Villanueva de la Concepción para solicitar la prescripción de medicamentos psicotrópicos, en concreto Alprazolam y Clonazepam.

Durante las pesquisas, los investigadores observaron que este individuo acudía frecuentemente a las consultas para solicitar nuevas recetas alegando que había perdido pérdida de la medicación. Según la Benemérita, en un solo mes llegaron a recetarle 66 cajas de este tipo de fármacos. Entre enero y octubre de 2023, le prescribieron 372 envases de psicotrópicos con una suma total de 20.290 comprimidos.

Para no levantar sospechas, el hombre sacaba los medicamentos en distintas farmacias de la provincia, llegando a obtener hasta seis cajas en un solo día. No en vano, en alguna ocasión la propia botica anuló de forma cautelar la receta ante la sospecha de que se estaba realizando un uso ilícito del medicamento, reserva que posteriormente levantaban los propios médicos para que se le suministrara el fármaco.

La Guardia Civil recuerda que este tipo de medicamentos suelen ser consumidos por toxicómanos y llegan a alcanzar un elevado precio en su venta en el mercado negro. «Además, es utilizado para la creación de otro estupefaciente llamado 'karkubi' en el que se mezclan las pastillas con hachís y alcohol o pegamento para elaborar una droga que puede causar alucinaciones peligrosas y psicopatías con grave riesgo para la salud.