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Luis Alfonso Gámez
Lunes, 28 de noviembre 2022, 18:27
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A veces, da la impresión de que, si uno duda, verifica y comprueba, su conocimiento es más débil. Al contrario, es mucho más fuerte», dice Fernado Cossío, director científico de Ikerbasque desde julio de 2009. Tras conseguir que la ciencia vasca sea más productiva e internacional que nunca, su principal reto ahora es atraer a la mujer a la investigación.
– Mucha gente no sabe lo que es Ikerbasque.
– El público no suele conocer las cuestiones de la ciencia tanto como nos gustaría. Tenemos mucho trabajo que hacer, pero es algo inevitable. Cuando Albert Einstein y Charles Chaplin fueron a un acto y todo el mundo les aplaudía, Einstein dijo que no se explicaba por qué. Chaplin le respondió: «En su caso, porque no le entienden nada. En mi caso, porque me entienden demasiado bien». En ciencia, muchas veces es difícil explicar las cosas.
– Explique a la sociedad vasca lo que es Ikerbasque.
– Es una fundación para promover el avance de la ciencia en su sentido más amplio, sabiendo que la ciencia es importante hasta el punto de determinar nuestras vidas. Por ejemplo, si vas a repostar gasolina y ves una manguera verde, es de ese color porque un investigador recibió en su tesis doctoral el encargo de medir la edad de la Tierra.
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Luis Alfonso Gámez
– ¿Qué tiene que ver eso con la gasolina sin plomo?
– Pues que, al medir la edad de la Tierra por desintegración de isótopos, ese investigador encontró que algo no encajaba. Cuando medía el plomo, lo había por todas partes y no se lo explicaba. Al final, resultó que venía del tetraetilplomo, que se ponía como antidetonante en las gasolinas y era un peligro, porque el plomo es tóxico. Así que se creó la gasolina sin plomo. Ese avance, que nos ha hecho ser un poco más sanos, se debe a que un joven investigador tuvo que medir la edad de la Tierra. Es un ejemplo claro de cómo, cuando hacemos investigación científica, por definición, no sabemos lo que vamos a encontrar. Si lo supiéramos, ya no sería investigación.
– Por eso en el mundo de la ciencia hay tantas sorpresas, ¿no?
– Sí. A veces, da la impresión de que, si uno duda, verifica y comprueba, su conocimiento es más débil. Al contrario, es mucho más fuerte.
– Así que hay que dudar.
– Sí, hay que dudar y gestionar la ignorancia. Admitir que esto lo sé y esto otro no lo sé, pero quizá pueda llegar a saberlo algún día y por eso voy a intentarlo. Pero siempre con ese escepticismo de entrada y siendo consciente de la propia ignorancia.
– Durante la pandemia, se criticó a los científicos porque lo que decían en un momento luego no valía.
– Claro, porque, según se fue investigando, se fueron encontrando cosas. Por ejemplo, la importancia de los aerosoles, que era mucho mayor que la de las superficies. Era más importante no inhalar que tocar.
– Era más importante ponerse la mascarilla que lavarse con el gel hidroalcohólico.
– Eso es. Las dos cosas tenían su función, pero era más importante la mascarilla. ¿Por qué? Porque los aerosoles eran más relevantes para la propagación de este virus. La ciencia experimenta, comprueba una y otra vez, y llega a conclusiones. Y, si tiene que anular una conclusion previa, se anula. Eso no quiere decir que seas intelectualmente débil.Al contrario.
– Ese cambio de 'verdad', aunque sea basado en pruebas, genera desconfianza en muchos.
– Sí, pero debería generarles más confianza. Yo sé que estas personas me van a decir en cada momento lo que saben, lo que dicen las pruebas y las conclusiones a las que de forma provisional han llegado. El conocimiento se refina, avanza constantemente. Suele decirse que hoy Santiago Ramón y Cajal tendría problemas para aprobar un examen de neurociencia mientras que Samuel Hahnemann, el inventor de la homeopatía, no lo tendría en un examen de primero de homeopatía porque, mientras la ciencia de verdad evoluciona, la pseudociencia no evoluciona.
– ¿Cuáles son los principales logros de Ikerbasque?
– El esfuerzo que hace la sociedad para apoyar y financiar Ikerbasque es sostenible. Se obtienen dos euros por cada uno invertido en ciencia. Retornan en forma de fondos europeos por los que se compite, un dinero que solo se da a los mejores. En el programa Horizon Europe, todo depende de que tus proyectos sean lo suficientemente buenos. Si no lo son, no te dan fondos. Esa capacidad de obtener fondos competitivos esta vinculada directamente a la calidad, pero eso es solo un indicador. Los resultados son de otro tipo. A veces, más intangibles; a veces, no.
– ¿Por ejemplo?
– Los investigadores Ikerbasque han creado 31 empresas 'spin-off'. Eso no se lo hemos pedido nosotros porque Ikerbasque está centrada en la investigación básica, pero ellos tienen incorporado ese aspecto a su cultura profesional. Eso indica una voluntad de transferencia y retorno a la sociedad de lo que se está haciendo. Además, están las investigaciones en sí mismas, como la obtención de la imagen más antigua del Universo, sacada por el telescopio espacial James Webb.
– Hay quien cree que la ciencia es cosa de los países ricos.
– No es así. Se tiende a pensar que los países ricos, como son ricos, tienen dinero para esas cosas de la ciecia. Es exactamente al revés y esto está demostrado. Los países son ricos porque han invertido en ciencia. Afortunadamente, en Euskadi tenemos una percepción social positiva de la ciencia y todos los agentes políticos están a favor de la investigación científica.
– Euskadi es la comunidad que más invierte en ciencia y la que más fondos europeos capta per cápita. Ahora mismo, ¿cuál es el gran reto de la ciencia vasca?
– Un reto es incorporar a la mitad de la posible población investigadora, a las mujeres. Estamos mejorando. Aunque nos hemos propuesto que al menos el 40% de las nuevas incorporaciones a Ikerbasque sean de mujeres y en 2021 fueron el 50%, no hay ninguna garantía de que esto siga así. Queremos que nuestra tasa de éxito con investigadoras sea la misma que con investigadores. Para eso es fundamental tener buenas candidatas. Una cosa buena es que, cuanto más jóvenes son los participantes en una convocatoria, más investigadoras hay. Por tanto, si queremos incorporar investigadoras, tenemos que rejuvenecer la cantera.
– ¿Qué lectura hace de que cinco de los diez científicos de Euskadi más influyentes sean Ikerbasque y tres sean extranjeros?
– Eso indica que somos lo suficientemente atractivos como para que gente de primera fila mundial quiera venir con nosotros. No hace mucho se me acercó en un congreso un nobel de química y me preguntó si un estudiante suyo, buenísimo, podía tener sitio en Ikerbasque.
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