La Nasa busca alternativas a Elon Musk para el regreso a la Luna
«Me encanta SpaceX. Es una empresa increíble. El problema es que están rezagados. Han retrasado sus cronogramas y estamos en una carrera contra China», ha señalado Sean Duffy, director interino de la agencia espacial norteamericana
La Casa Blanca parece haber activado el botón del pánico en lo que a sus planes lunares se refiere. Dos son las principales razones de ... este estado de alerta. De un lado, el alambicado plan Artemisa. Pergeñado durante la primera presidencia de Donald Trump, se trata de una especie de Lego gigante en el que cada pieza es construida por una empresa diferente. Cualquier retraso de cualquiera de ellas implica el aplazamiento de toda la misión. Así ha sido hasta ahora. En un principio, el regreso del ser humano a la Luna estaba previsto para 2025, pero tras sucesivos aplazamientos se sitúa ahora en 2027. De otro, la presión de Pekín, que avanza con una seguridad que parece inquebrantable hacia ese mismo objetivo.
Hasta ahora, el dedo acusador de esos retrasos apuntaba a los problemas detectados en la cápsula Orion, la encargada de transportar a los astronautas. También al supercohete SLS, cuyos costes se han disparado hasta límites casi insostenibles -más de 6.000 millones dólares-. Pero ahora las miradas de Washington se centran en Space X, la empresa espacial de Elon Musk. «Me encanta SpaceX. Es una empresa increíble. El problema es que están rezagados. Han retrasado sus cronogramas y estamos en una carrera contra China», dijo este lunes Sean Duffy, secretario de transporte de Estados Unidos y director interino de la Nasa desde que el pasado mes de mayo Trump rechazara a Jared Isaacman, el multimillonario que protagonizó el primer paseo espacial comercial de la historia y candidato del magnate de Tesla para la agencia espacial.
La alternativa de Jeff Bezos
El papel de Space X es clave en el plan Artemisa. Su tarea consiste en transportar a los astronautas desde la órbita de la Luna hasta su superficie y llevarlos de vuelta a la Orion para regresar a la Tierra. La encargada de este viaje es la Starship, el cohete más grande y potente jamás construido. Hace una semana despegó en su undécimo vuelo de prueba. Al contrario que muchos de los anteriores, que acabaron con el artilugio en llamas, este último fue un éxito.
No obstante, ni Duffy ni Trump están satisfechos. «El presidente y yo queremos llegar a la Luna», insiste el primero. Su solución, buscar competencia para Space X. »Vamos a tener una carrera espacial con empresas estadounidenses compitiendo para ver quién puede realmente llevarnos de vuelta a la Luna primero. Estoy en el proceso de abrir ese contrato. Creo que veremos a empresas como Blue Origin involucrarse, y tal vez otras«, declaró Duffy en Fox News, cadena de la que ha sido presentador tras participar en su juventud en reality shows de la MTV. Entre los principales competidores se encuentra la citada Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, el magnate de Amazon.
La respuesta de Musk no se ha hecho esperar. Y ha elevado su apuesta: «SpaceX avanza a un ritmo vertiginoso en comparación con el resto de la industria espacial. Además, Starship acabará completando toda la misión a la Luna. Recuerda lo que te digo». Y también ha cargado contra la alternativa de Bezos. «Blue Origin no ha llevado carga a órbita, y mucho menos a la Luna». Además, ha puesto en duda el cociente intelectual de Duffy.
They won’t. SpaceX is moving like lightning compared to the rest of the space industry.
— Elon Musk (@elonmusk) October 20, 2025
Moreover, Starship will end up doing the whole Moon mission. Mark my words.
Blue Origin has never delivered a payload to orbit, let alone the Moon
— Elon Musk (@elonmusk) October 20, 2025
Hace justo un mes, la propia Nasa informó de que trataría de acelerar la segunda misión del plan Artemisa. Estructurado en varias fases, el alunizaje tendría lugar en la tercera de ellas. La primera consistió en lanzar la nave Orion en un viaje de ida y vuelta a la Luna. Se lanzó el 16 de noviembre de 2022 y volvió a la Tierra el 11 de diciembre. La segunda, que buscar repetir la maniobra de su predecesora con el añadido de cuatro astronautas a bordo, se pretende adelantar a febrero de 2026 cuando inicialmente estaba prevista para abril del año que viene. «Estamos acelerando los procesos tanto como podamos», explicó Lakiesha Hawkins, viceadministradora interina de la agencia. Mientras tanto, China espera llevar a sus taikonautas al satélite terrestre antes de 2030. Hasta ahora no han sufrido ningún retraso.
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