Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Walter Cunningham era el último astronauta de la histórica misión Apolo 7 (la primera que incluyó tripulación) que seguía vivo. Tenía 90 años y falleció en la madrugada del martes en Houston (Texas), según ha informado la NASA. «Fue piloto de combate, físico y empresario, pero, sobre todo, fue un explorador. En el Apolo 7, Walt y sus compañeros de tripulación hicieron historia, allanando el camino para la Generación Artemisa que vemos hoy», ha dicho el administrador de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado. «La NASA siempre recordará sus contribuciones al programa espacial de nuestra nación y envía nuestras condolencias a la familia Cunningham», ha añadido.
Por su parte, los familiares de Cunningham han declarado: «Nos gustaría expresar nuestro inmenso orgullo por la vida que vivió y nuestra profunda gratitud por el hombre que fue: patriota, explorador, piloto, astronauta, esposo, hermano y padre. El mundo ha perdido a otro verdadero héroe, y lo extrañaremos mucho».
Cunningham nació el 16 de marzo de 1932 en Creston, Iowa. Se graduó en el Venice High School, en Venice, California. Se unió a la Armada en 1951 y sirvió con el Cuerpo de Marines de los EE UU, retirándose con el rango de coronel, tras haber volado en 54 misiones como piloto de combate nocturno durante la Guerra de Corea, en 1953. A lo largo de su vida acumuló más de 4.500 horas de vuelo en 40 aviones diferentes, incluidas más de 3.400 en aviones a reacción.
En 1960, se licenció con honores en Humanidades y en Física y, en 1961, realizó una Maestría en Humanidades, con distinción en Física, en la Universidad de California (Los Ángeles). Más tarde, en 1974, completó un doctorado en física en el Programa de Gestión Avanzada en la Escuela de Graduados de Negocios de Harvard. Además, trabajó como científico para Rand Corporation durante tres años en estudios de defensa clasificados y problemas relacionados con la magnetosfera de la Tierra.
Cunningham fue seleccionado junto a sus compañeros Walter M. Schirra Jr. y Donn F. Eisele, en 1968, para supervisar los sistemas de vuelo de la misión Apolo 7, la primera de este programa de la NASA con tripulación a bordo. Los tres pasaron 11 días en el espacio, un récord para una misión de preueba en aquella época, y completaron 163 órbitas de la Tierra. Fueron los primeros astronautas de la NASA en aparecer en la televisión desde el espacio. Además, realizaron el primer ensayo general para un futuro aterrizaje en la Luna. Cuatro misiones más tarde (Apolo 11), los humanos pisamos la Luna.
La misión Apolo 7 fue determinante para el país tras la tragedia vivida un veinte meses antes, en la que los astronautas Virgilio I. Grissom, Roger B. Chaffee y Edward H. White II perdieron la vida en un incendio dentro de la cápsula diseñada para la misión Apolo 1 durante un ensayo en Cape Kennedy, Florida. Después de aquello, la NASA mejoró la seguridad de sus cápsulas y realizó misiones no tripuladas de prueba antes de volver a mandar a un nuevo grupo de astronautas al espacio. «Llevábamos la esperanza de la nación con nosotros», escribió el Sr. Cunningham en sus memorias, 'The All-American Boys' (1977). «Un revés más y las perspectivas de aterrizar a un hombre en la luna antes de 1970 se perderían para siempre».
La última asignación de Cunningham en la NASA fue como jefe del Skylab, de la Dirección de Tripulación de Vuelo. En 1971 abandonó la agencia y se dedicó a distintas actividades empresariales, así como a dar conferencias y a presentar programas de entrevistas por radio. También recibió numerosos premios, entre los que se encuentran algunos como la Medalla de Servicio Excepcional de la NASA y la Medalla de Servicio Distinguido de la NASA.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.