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Que las notificaciones del móvil no le distraigan

Que las notificaciones del móvil no le distraigan

Si ya ha empezado a leer este artículo no pare. Continúe hasta el final. Serán solo seis minutos de su tiempo. Se trata de una especie de reto para comprobar si es capaz de centrarse en una actividad que ha elegido voluntariamente sin distraerse con las alertas de las redes sociales o del correo electrónico. Es lo que los expertos definen como «poner foco» y que traducido a lenguaje de andar por casa sería algo así como ¡estate a lo que hay que estar y deja de perder el tiempo con tonterías!

Carmen Barreiro / Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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Lo primero y más difícil es ser realmente conscientes de nuestra dependencia del móvil y todo lo que lleva aparejado. Redes sociales, whatsapp, correo electrónico, juegos, vídeos, series... La tentación es brutal y caemos más veces de las que imaginamos. «De hecho, nos solemos molestar cuando alguien cercano, muchas veces nuestros propios hijos, nos advierten de que estamos demasiado pendientes del teléfono. Porque en realidad casi nunca pensamos que somos nosotros los que tenemos ese problema», señala el experto en marketing y educación digital Gustavo Entrala.

¿Se puede lograr recuperar el foco? Sí. ¿Es fácil? No. Y menos en esta época del año y en estas circunstancias. «Conforme se acerca el verano, el cuerpo y la mente se van relajando y todo se nos hace más cuesta arriba. Vivimos un drama personal con cada tarea nueva que tenemos que hacer y la vamos posponiendo hasta que ya no nos queda más remedio que afrontarla», describe Entrala. Esa desgana que te invade solo de pensar que tienes que redactar un informe aburridísimo o llamar a un cliente que te va a tener dos horas al teléfono y lo vas dejando. Y das vueltas y más vueltas. Entras en Facebook, consultas el mail, compruebas cuántos likes tienes en Instagram, ves ese vídeo tan gracioso que te han mandado tus amigos, vuelves a revisar el correo electrónico. Y cuando te das cuenta se te ha ido media mañana en hacer... nada. Bueno, sí. Procastinar, que es un término muy moderno para decir que no has hecho nada de provecho.

Empezar por lo más difícil

Para evitar distracciones y aprender a centrarnos en lo que tenemos entre manos, Entrala recomienda empezar el día por lo que más nos cueste hacer, que «suele coincidir con lo más importante. En el caso de un comercial, por ejemplo, la primera llamada a un cliente; o una conversación importante con el jefe... Y también vale para los estudiantes. Comenzar por la asignatura más complicada te libera mentalmente para el resto del día», señala el colaborador de Empantallados, una plataforma para ayudar a los padres a educar a sus hijos en el mundo digital.

Otra de sus propuestas para ‘poner foco’ es evitar empezar el día leyendo el correo electrónico «porque psicológicamente nos va a distraer. O bien porque puede haber un mail de algo que nos gusta –una newslewtter, una notificación de una tienda, una recomendación...– o porque nuestro superior nos reclama algo. Eso de ‘voy a limpiar el correo electrónico antes de ponerme a trabajar’ nunca suele ser buena idea. En mi caso, me he autoimpuesto no mirarlo hasta las once de la mañana y me funciona», admite.

Es curioso que muchas veces para no depender tanto de la tecnología tengamos que recurrir a ella. «Es la paradoja de nuestro tiempo», bromea Entrala. Existen en el mercado numerosas aplicaciones para ayudarnos a mantener la concentración en el trabajo sin parar cada dos por tres a mirar las notificaciones del móvil. Una de las más usadas, sobre todos por los estudiantes, es Forest. El usuario elige un árbol y se marca un objetivo de tiempo de entre un par de minutos y dos horas durante el cual no puede usar el móvil. A medida que avanza el cronómetro, el árbol va creciendo, le van saliendo hojas... Pero si abandonas la aplicación se muere. También existen webs como Focus@Will, que utilizan algoritmos para poner música que ayuda a la concentración. Marcas primero el tiempo que quieres trabajar y la app elige la banda sonora más adecuada para lo que estás haciendo.

Otro clásico de los trucos de concentración –anterior a la llegada a nuestras vidas de los smartphones– es la técnica Pomodoro. Se trata de hacer 25 minutos de trabajo intenso y 5 de descanso que no sean con pantalla. Puede ser mirar un rato por la ventana, levantarse a la cocina... Y cada dos horas, una parada de un cuarto de hora. «Es una fórmula muy útil para entrenar», señala Gustavo.

Más trucos para ‘adictos’ a la tecnología: «por ejemplo, cuando veo que me estoy enganchando a las redes, me obligo a limitar el circuito por las apps sociales cuatro veces al día: a las 9, a las 14, a las 16 y a las 21 horas». También están cada vez más extendidos los momentos sin pantallas (desayuno, comida...) en los que todos, padres incluidos, no pueden mirar el móvil. «En las cenas con amigos es divertido jugar a ‘el primero que mira el móvil, paga’ y en las reuniones lo mejor es poner el ‘modo avión’. Suena borde, pero mi experiencia es que las reuniones sin pantallas son más eficientes y productivas», concluye el experto. Ya puede mirar el móvil.

El valioso ejemplo del cantante Ed Sheeran

El experto en educación digital Gustavo Entrala suele recurrir a Ed Sheeran para explicar cómo afecta a nuestra vida diaria el abuso de las redes sociales. Recuerda cuando el cantante sorprendió a sus más de 7 millones seguidores en Instagram con un mensaje en el que anunciaba su abandono temporal del mundo digital. Era ¡2017! y escribía. «Hola a todos. Voy a hacer un parón en el uso de mi smartphone, del correo, y de las redes sociales durante un tiempo (...) Percibo que estoy mirando el mundo desde una pantalla y no con mis propios ojos, y voy a aprovechar que no tengo compromisos en los próximos meses para viajar por el mundo y ver todo lo que me estoy perdiendo. A mi familia y amigos: si me queréis comprenderéis que me desconecte por un tiempo. A mis fans: estoy terminando mi tercer disco, mi mejor trabajo hasta la fecha. Nos vemos en Otoño. Ed».

«Qué paradoja que alguien con una vida tan intensa como la de Ed Sheeran –destaca Entrala– afirme que se está perdiendo cosas. Que se siente saturado por la constante apelación del móvil a mirar la última notificación recibida, a responder a un whatsapp o a ver qué dicen de él por su última ocurrencia. El pelirrojo ya lo vio claro hace tres años. Si no aprendemos a gestionar el uso que hacemos de las pantallas corremos el riesgo de perdernos las cosas más bonitas de la vida: las relaciones que queremos, la buena curiosidad por aprender y la realización de los sueños profesionales», lamenta Entrala.

– ¿Y por qué nos ocurre esto?

–Creo que nos estamos haciendo cada vez más conscientes de que detrás de las aplicaciones de los móviles que prometen hacer nuestra vida más interesante, más conectada y más fácil hay un entramado de señuelos que buscan rentabilizar nuestra atención a la pantalla. Y para lograrlo activan nuestros resortes emocionales más básicos. Nos presentan una actualidad llena de amenazas, conflictos y noticias urgentes, y nos reclaman atender de forma inmediata cualquier comunicación personal recibida a través de la pantalla como si fuera cuestión de vida o muerte. También apelan a la necesidad innata que tenemos de reconocimiento. Fomentan la adicción al ‘like’ y provocan que imitemos el comportamiento y los puntos de vista de otros para incrementar nuestra popularidad. Las redes sociales no son malas, pero tenemos que aprender a gestionarlas para que no nos atrapen. Pensemos en qué cosas de la vida real que nos encantaban hemos dejado de hacer por atender a todas las alarmas del móvil. Ahí tenemos el reto.

Cómo trabajar con hijos en casa

1. De acuerdo, no es fácil. Es un reto que depende en gran medida de las edades que tengan los hijos.

2. Ayuda tener un horario para todos, unas rutinas comunes.

3. Si los niños requieren mucha atención, hay que repartirse el seguimiento con un horario entre los padres. Mientras uno de ellos está reunido, el otro está pendiente de los niños.

4. No pasa nada si un niño entra como extra en una videoconferencia. La nueva etiqueta del aislamiento señala que al niño se le saluda, se le explica lo que papá o mamá están haciendo, y se le pide que vuelva a sus tareas.

5. Explicarles lo que haces en tu trabajo les ayuda a entender por qué hay momentos en los que no les puedes atender.

6. Si necesitas atención de calidad durante tramos largo de tiempo, aprovecha los ratos en los que ellos están dormidos.

7. Planifica tus videollamadas y piensa actividades para los niños con la duración que vayan a tener.

8. Usa unos auriculares con cancelación de ruido.

9. Mucha paciencia.

10. ¿No crees que hora de reconocer el valor que tiene el trabajo de los docentes? Diles lo mucho que valoras su aportación.

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