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Con amargos alaridos y sollozos miles de mascaritas, las más fieles a la fiesta, se despidieron este domingo de los Carnavales del Mundo de Las Palmas de Gran Canaria dándole el último adiós a la sardina en la playa de Las Canteras.
Tras ser incinerada, su espíritu carnavalero subió a los cielos sin pompa ni boato ni luces de drones, porque el espectáculo previsto con vehículos no tripulados se suspendió.
El cortejo fúnebre, encabezado por la Reina, Katia Gutiérrez ; la Gran Dama, Eva Costa; la Reina Infantil, Liah Guardia y el Drag Queen Elektra, partió de Manuel Becerra pasadas las 8 de la noche para dirigirse hacia Las Canteras donde, un año más, el malogrado clupeido fue quemado en medio del mar.
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La comparsa Nuevo Estilo; la murga ganadora de este año Los Nietos de Sarymanchez y la Afilarmónica Los Nietos de Kika, además de la banda Guiniguada y las batucadas Caribe y Show Band Piratas del Caribe, animaron a la desconsolada comitiva en un recorrido inédito y, quizás, irrepetible.
La comitiva salió desde el corazón de La Isleta hasta la plaza Saulo Torón, en el paseo de Las Canteras, recorriendo las calles Juan Rejón, Albareda y Tenerife.
Allí, los carnavaleros más resistentes fueron testigos de los últimos coletazos de la Fiesta de Interés Turístico Internacional al ritmo del concierto Te regalo vivir, un tributo musical a Marc Anthony y a Juan Luis Guerra.
Este espectáculo cierra 24 días de fiesta, con más de 40 actos y algunos atascos en una edición que dejó huérfano de carnaval al parque de Santa Catalina para volver al barrio de la capital grancanaria que le vio nacer bajo el marchamo de 'fiestas de invierno' en 1976.
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