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Si tiene claro qué va a votar: ¡Bravo! Si los elegidos para recibir su respaldo en las urnas los tiene más que decididos... ¡Bravo, bravo y bravo! Este artículo no es para usted. Si por el contrario no lo ha decidido, le aconsejo que lo piense con calma. Échele un vistazo a los programas electorales, aunque sea de forma vertical, con una miradita rápida.
Si se está planteando no acudir el domingo a ejercer su derecho al voto, porque ninguna de las candidaturas le entra por el ojo, no le culpo. Pero optar por esa vía es lo más cómodo y en la vida hay que salir de la zona de confort en algunas ocasiones. Unas elecciones, por ejemplo, es uno de los momentos indicados para hacerlo
El voto en blanco o nulo es una alternativa, no lo olvide. Tan respetable como cualquier otra. Le propongo que le eche un vistazo a 'Ensayo sobre la lucidez', novela de José Saramago donde el Nobel portugués que durante tantos años vivió en la localidad lanzaroteña de Tías, fijó su mirada en esta cuestión.
Ni soy Saramago, por supuesto, ni aspiro a serlo ni lo voy a imitar. Pero además de ponerse una venda en los ojos y una pinza en la nariz para elegir la papeleta del partido que nos parezca el menos malo de todos los malos que se presentan, le propongo un par de alternativas: Si usted no vive solo y ronca, busque un hueco para una buena siesta y cuando empiece a tronar su 'recital' en plena la fase Rem del sueño, que le pongan las papeletas sobre la cara y la que caiga boca arriba, esa es la elegida; recupere en internet el capítulo en el que Epi y Blas explican qué es grande y qué es pequeño, la importancia de la diferencia de los tamaños, después trasládela a llevar mal las riendas de una ciudad que se ha convertido en un estercolero y lo que puede suceder si se hace lo mismo con una isla; decántase por una u otra papeleta según el color, el que más predomine en la vestimenta que habitualmente se pone; si tiene perro, cada vez que salga a pasearlo lleve todas las papeletas y sin mirar, seleccione una para recoger la caca, así, las que deje de utilizar de aquí al sábado serán las que deposite en las urnas.
Hasta aquí los vacilones. Estamos ante algo muy serio, nuestro destino, al menos durante los próximos cuatro años, dependerá del resultado que se registre el domingo. Así que piense y vote, no sea chaflameja, aunque sea con una venda en los ojos y una pinza en la nariz.
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