El sector del vino en Lanzarote afronta la crisis con la vía 'online' y consumo interno

El año 2020 ha sido un año duro para casi todos los sectores y para el del vino también. Sin embargo, hay optimismo. Este último ejercicio no ha sido de los mejores y aunque el 2021 todavía es pronto para hacer balance, bodegas y viticultores se sienten esperanzados y miran al futuro con buen ánimo, aunque la pandemia ha hecho mella.

En este último año las ventas han caído un 35%, según datos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote (CRDO Lanzarote).

El pasado año el CR entregó 913.000 contraetiquetas menos que en 2019, lo que significa que han dejado de venderse ese mismo número de botellas.

Este mismo porcentaje de caída en las ventas es el que reconocen en general las grandes bodegas consultadas -aunque con variaciones según los casos)- y en general achacan este desplome al cierre del turismo y del sector de los bares y restaurantes.

«Sin embargo, a pesar del impacto, la gente ha seguido consumiendo vino en sus casas», explica un bodeguero, y esto ha hecho que muchas empresas del sector hayan buscado otras alternativas para paliar el golpe de la caída de ventas del turismo.

De este modo, las bodegas en general han virado sus estrategias optando por la exportación y sobre todo, la venta 'online', así como por una mayor penetración en supermercados, grandes superficies y pequeñas tiendas.

En el caso de la exportación, según datos del Consejo Regulador, Lanzarote que tradicionalmente siempre ha sido la isla que más vino exporta, en 2020 exportó un 7,8% de su producción de botellas, subiendo casi dos puntos más que en el 19, cuando la media anual de lo exportado es de entre el 7 y el 5%.

En 2019 las exportaciones fueron el 6,2%. De los 1,7 millones de botellas producidas en el CR, del cien por cien de facturación en bodega, el 50% fue vendido en Lanzarote, el 43,8% en el resto de Canarias, el 3% en península, y el 3,2 en el resto del mundo. En 2020, las exportaciones fueron del 7,8%. De 1,2 millones de litros vendidos, el 50% fue en Lanzarote, el 42% en el resto de Canarias, el 3% en Península, y un 3,5% en el resto del mundo.

Algunas bodegas como El Grifo aseguran haber vendido hasta un 500% más por internet y La Geria hasta un 200% en 2020. Aunque las bodegas tienen algo de vino en 'stock', sin embargo ven con buenos ojos la próxima cosecha, que se espera no excesivamente abundante y consideran que podrán absorberla, mientras los viticultores abogan por mantener el precio de la uva de la última campaña para que no caigan sus rentas y no ser ellos quienes paguen la crisis.

El cierre por la pandemia de hoteles, bares y restaurantes ha hecho que las bodegas miren hacia el consumo interno del residente y también a la búsqueda de los grandes mercados de Gran Canaria y Tenerife -explica un bodeguero-, donde algunas han encontrado una vía de escape. Enormes mercados, muy cercanos y donde la capacidad adquisitiva no se ha visto tan alteradada, al tener menor dependencia del turismo que Lanzarote o Fuerteventura.