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Llega la otra bolsa de papas. Así es el pseudoplástico ecológico hecho a base de fécula

Llega la otra bolsa de papas. Así es el pseudoplástico ecológico hecho a base de fécula

rocío mendoza

Viernes, 30 de abril 2021, 01:00

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Lo habrá notado. Las bolsas de un solo uso que emplea en el supermercado para servirse frutas, verduras y otros productos expuestos a granel han cambiado. Son suaves al tacto y no hacen el ruido característico de los envoltorios clásicos al frisar; también parecen algo más elásticas y no son del todo transparentes. La razón es que, aunque lo parezcan y cumplan con la misma función, no deberían ser llamadas estrictamente bolsas de plástico. Quizá sería algo más correcto denominarlas como bolsas de papas; y es que de la fécula de este tubérculo están compuestos los nuevos bioplásticos que están llamados a reducir el uso de este material en las grandes superficies comerciales.

La guerra contra este material de factura medioambiental inasumible para el futuro del planeta comenzó hace años, pero empiezan a darse pasos lentos, reflejados en el día a día del consumidor, ahora que se acercan los plazos establecidos por la Unión Europea. Uno de ellos, sin ir más lejos, se cumple el próximo 3 de julio, cuando será obligatorio dar el adiós definitivo a todos los productos de un solo uso que estén fabricados con este material. ¿Le suena? Sí, las pajitas y los bastoncillos higiénicos, por ejemplo, serán de los primeros en caer en esta criba.

Los supermercados siempre han estado en el punto de mira de esta batalla y, a todas luces, el cobro de las bolsas de la compra para evitar su uso no iba a ser una medida definitiva, sino temporal a modo de transición. De hecho, en 2030, la normativa obligará a que estas sean 100% reciclables o reutilizables.

Mientras ese momento llegaba, las grandes cadenas de alimentación tenían que dar una solución a las citadas bolsas de un solo uso, que también serán historia a partir del verano. Por ello, desde principios de este año, muchas grandes superficies han ido sustituyéndolas por las denominadas bolsas compostables fabricadas a base de fécula de papa. A su favor, que se descomponen junto al resto de la basura en el contenedor orgánico.

No apta para humanos

Uno de los fabricantes de referencia es el Grupo Sphere, que desde sus instalaciones en Utebo (Zaragoza) distribuye distintos tipos de bioplásticos a España y Europa. Por ejemplo, uno de sus clientes es Mercadona, que en enero sustituyó todos sus plásticos de un solo uso por los compostables de esta compañía.

Sus responsables defienden que, «para un impacto medioambiental casi nulo», este tipo de bolsas son «las más recomendables porque permiten su descomposición natural por la acción de microorganismos y hongos».

Las que se fabrican actualmente en Utebo solo contienen un 30% de materia vegetal (la citada fécula de papa). Todavía tienen que alcanzar el 50% que marca la Unión Europea (UE) en un plazo de cuatro años. De cualquier modo, el objetivo que la empresa se ha puesto para 2025 es superar esta exigencia y llegar a prescindir de los materiales petroquímicos en su totalidad y basar la producción en los materiales reciclados y biodegradables.

El material de las bolsas OkCompost es completamente descompuesto por microorganismos en un plazo de seis meses

En el caso de las bolsas fabricadas en España, están hechas con la fécula de una papa especialmente rica en almidón que se cultiva al norte de Francia y que no se utiliza en alimentación ni humana ni animal. Al contrario que la fécula de maíz, también empleada en otros envases compostables, no contiene organismos modificados genéticamente (OMG) y para su producción se emplea cinco veces menos agua que en el caso del citado cereal.

Así, los polímeros con los que se fabrican los polietilenos de alta o baja densidad en las bolsas tradicionales se sustituyen por recursos naturales, como lo es en este caso la fécula. Esta cambia el origen de la materia prima del plástico, al no tener que usar subproductos del petróleo, lo que lo transforma en bioplástico.

Estas bolsas, además, pueden ser recogidas con los desechos orgánicos. El material es asimilado completamente, es decir, degradado por los microorganismos en un máximo de 6 meses. El resultado, defiende el fabricante, es «compost para enriquecer el suelo».

Al margen de esta ventaja, y tal y como indica la Asociación Española de Plásticos Biodegradables Compostables (Asobiocom), si este tipo de bolsa no se desecha de este modo tiene una vida menor en el medio ambiente comparado con el polietileno (el material del plástico clásico). Tiene la capacidad de descomponerse en condiciones normales en año y medio. «Ahora bien, también lógicamente esto no implica que las abandonemos al libre albedrío», advierten desde la organización. Para identificarlas, ya que también se pueden comprar bolsas de basura de estas características, basta con buscar el logo OKCompost.

Para organizaciones ecologistas como GreenPeace, este tipo de cambios adoptados por las grandes superficies comerciales no son suficientes porque no suponen acciones para eliminar del todo la dependencia de las bolsas, sino para cambiarlas por otras que «también son de un solo uso y pueden seguir llevando plásticos, con lo cual, estas medidas no serían efectivas para frenar la contaminación», especialmente de los mares, critican.

En su contexto

  • 180 es la cifra de bolsas de plástico utilizadas por habitante y año que todavía registra España, lo que equivale a una bolsa por persona cada dos días.

  • 2030 en este año la Unión Europea ha marcado que todos los plásticos utilizados sean reciclables o reutilizables.

  • 3 de julio es la fecha en la que los plásticos de un solo uso quedarán prohibidos en la Unión Europea. En la lista se incluyen las populares pajitas de las bebidas o los bastoncillos higiénicos, pero también las bolsas o el menaje de un solo uso del supermercado, para los que se están ofreciendo alternativas como los bioplásticos.

  • 6 meses es el tiempo que tardan los microorganismos en degradar por completos las bolsas hechas a base de fécula de patata.

  • 30% es el porcentaje de fécula que sustituye a polímeros (derivados del petróleo) en la fabricación de las bolsas de Sphere. En 2030 tienen como objetivo que este porcentaje suponga el 100%.

  • Otros usos Los envases compostables también pueden ser útiles para el envoltorio de alimentos, sustituyendo al papel film y las bandejas de pórexpan clásicas. Tras la compra, ambos quedan impregnados de restos orgánicos como sangre. Al ser compostables, se pueden depositar junto con los residuos orgánicos en el contenedor marrón, evitando así un residuo muy difícil de gestionar y valorizar. En el caso de la fruta y la verdura, su permeabilidad también alarga la vida útil de los alimentos.

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