El 76% de la población estima negativo dejar de ser Reserva de la Biosfera

Con ello, queda patente que la nominación, además de tener un alto valor simbólico, «también implica un compromiso con la preservación del entorno natural y la promoción de prácticas compatibles con el medio ambiente», según se considera en el informe del Centro de Datos.

Los entrevistados relacionan la designación de Lanzarote como Reserva de la Biosfera con la conservación del paisaje, destacando así la importancia de preservar la apariencia y características naturales del entorno. Se asocia, además, este reconocimiento con la promoción turística insular, por estar vinculado a una imagen propia altamente vinculada a la preservación del medio.

Estos pareceres, curiosamente, tienen que ver con la implicación en general de los propios ciudadanos, a pesar de que se echan en falta medidas que permitan potenciar la participación ciudadana. Y aquí llama la atención el suspenso generalizado que se da a las instituciones públicas, se resalta en el estudio. Sobre las mismas, «la mayoría de los encuestados cree que han trabajado poco o nada por la Reserva de la Biosfera», se advierte.

Estos resultados señalan «una necesidad de fortalecer la difusión de información sobre actividades de participación en general y sobre la estructura y procesos de participación de la Reserva de la Biosfera en particular», se concluye, añadiéndose que debería ser «esencial que la comunidad esté informada y tenga acceso a recursos que les permitan participar de manera activa y consciente en iniciativas relacionadas con la conservación y sostenibilidad de la isla».

Sirvió la encuesta, al margen, para valorar la economía, entre otros aspectos. La mayoría (52%) califica la situación actual de Lanzarote como positiva, ya sea buena o muy buena. El 22% la considera mala y el 10% la califica como muy mala; mientras que el l 17% la ve regular. Así las cosas, la percepción «es mejor que la que tienen los españoles sobre la situación económica de España».

A nivel de hogar, la mayoría (66%) la califica como positiva. Un 18% la estima regular y el 17% la valora de modo negativo.