Doce años de prisión por intentar asesinar a su propio hijo de 16 meses

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a doce años y tres meses de prisión a Rafael López Domínguez por haber intentado asesinar a su propio hijo de 16 meses, además de maltratar, coaccionar y amenazar a su expareja cuando ésta residía en Lanzarote.

La Fiscalía lo acusó de cuatro delitos y pidió que fuese sea condenado a una pena de 20 años y tres meses de cárcel, aunque finalmente la Sala determinó que Rafael López Domínguez deberá cumplir ocho años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa.

Según acusó el Ministerio Público, el procesado maltrató y atemorizó a su pareja, la obligó a ir a Lanzarote y al llegar y ser acorralado por la Guardia Civil en el aeropuerto, cogió al bebé y lo lanzó al suelo con crueldad para intentar acabar con su vida.

Esta parte narró en la vista oral como Rafael –que tenía 20 años cuando sucedieron los hechos— «a sabiendas de las consecuencias que» podría conllevar el incumplimiento de una orden de alejamiento que tenía contra su expareja y de forma «consciente e intencionada», se personó el 16 de octubre de 2019 en Cádiz, sabedor de que allí se encontraba su expareja en compañía del hijo común de ambos, que tenía 16 meses de edad «con la intención de contactar con ella», sostuvo el fiscal.

Una vez localizó a su exnovia en su casa, la obligó a comprar un billete de avión a nombre del procesado «para regresar juntos, en compañía del hijo menor, a Lanzarote», llegando a arrebatarle su cartera, romperle 110 euros, cogerle el móvil y borrarle todos los mensajes del WhatsApp que le había enviado con anterioridad, bloquearle varios de sus contactos y diciéndole que «le quitaría a su hijo». Igualmente, le exclamó que «si no me compras el billete me da igual, te mato a ti y a tu hijo».

La víctima «se vio forzada a adquirir los billetes de avión y viajar en compañía del acusado a Lanzarote. Entre los 17 y 19 de octubre de 2018, en Lanzarote, Rafael queriendo «atemorizar» a su ex, le decía cosas tales como: «eres una puta, voy a quitarte al niño; te voy a matar; voy a matar a tu madre; te voy a quemar la casa de Lanzarote; toda tu familia va a acabar muerta; te vas a hartar de poner flores; yo de la cárcel salgo, pero tú y el niño del cementerio no», amenaza que le causó «temor real y serio de que pudiera llevarlo a cabo».

El 19 de octubre de 2018, el procesado viajó con su ex y el bebé hasta el aeropuerto de Sevilla, donde pasaron la noche para coger al día siguiente el vuelo a Lanzarote. Allí, Rafael volvía a «atemorizar» a la joven diciéndole expresiones como «te voy a quitar al niño, cuando llegues a tu casa te voy a destrozar, voy a matar a Óscar y a tu madre y a tu hermano y a todo el mundo; a mí me da igual entrar en la cárcel pero a más de uno me lo voy a llevar por delante; te voy a hacer daño donde más te duele».

Tras aterrizar en Lanzarote y al recoger los equipajes, la víctima pidió al procesado que le entregara al bebé y le respondió que «no se lo iba a dar porque se lo iba a llevar por la noche en el barco para Cádiz». Fue en ese instante cuando la madre corrió hacia los guardias civiles que allí se encontraban, momento en el que el procesado, «la agarró del cabello, arrojándola al suelo, donde le propinó una patada».

Al llegar los guardias civiles, la agredida intentó recoger a su hijo de los brazos del procesado y éste, «sujetando al citado menor por la espalda con la mano», lo alzó en el aire «con brusquedad», dio un paso atrás para coger impulso y lo «arrojó con fuerza contra el suelo», al lado de la cinta de recogida de equipajes a a vez que gritaba a la mujer: «¿Quieres al niño? Pues toma al niño, os lo voy a dar muerto». El menor impactó con violencia contra el suelo a unos dos metros de distancia golpeándose en la cara y yendo a parar cerca del refuerzo de hierro de la cinta de equipajes.