La escultura en honor a Manrique al menos deberá esperar a noviembre

La previsión marcada en julio desde el Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife de instalar durante este mes la escultura en honor a César Manrique, fruto de una iniciativa popular, finalmente no va a poder cuadrar. Obedece a que aún hay aspectos relevantes pendientes de solventar, que como poco no podrán estar arreglados hasta fechas finales del año. Siendo optimistas, los promotores de la obra artística confían en que pueda ser en noviembre cuando pueda acontecer la resolución de las trabas que han obligado a aplazar la presencia de la escultura en la capital.

Según detalles dados a conocer por Alfredo Matallana y Roberto Fuentes, presidente y tesorero de la asociación cultural promotora de la escultura, resta todavía el permiso por parte de Patrimonio, para su posterior registro oficial en el Consistorio. El documento resulta básico para facultar la instalación de la obra en las proximidades del Puente de Las Bolas, junto a la obra de Pancho Lasso y ocupando parte del suelo donde ahora se ubican las letras con el nombre de la capital, que variarán de lugar.

Además, queda por abonar «algo menos de la mitad» de la suma pactada para la realización de la escultura en Tenerife, según Fuentes. En parte, porque se hallan en trámite las ayudas apalabradas en su día por responsables del Cabildo y de los siete municipios. Se tiene previsto cerrar el pago antes de concretar el traslado de la creación artística hasta Lanzarote por vía marítima.

El dinero ya entregado a Fundición Bronzo, entidad encargada de la confección de la obra, procede de aportaciones ciudadanas y de las ventas de material editado para sufragar la campaña, puesta en marcha en 2018 con vistas a tener la escultura en el año del centenario de Manrique, que se cumplió en 2019; o bien durante el ejercicio en vigor.

El trabajo, realizado en bronce y con un peso de más de una tonelada, ha sido ejecutado por el artista grancanario Manolo González bajo el nombre 'La mirada de César'. La idea del escultor, según sus propias palabras, ha sido plasmar «la forma que tenía César de ver el mundo, que la gente pueda sentarse, tocar la escultura y a su vez sea accesible a todo aquel que quiera sentir al artista», según quedó patente en la visita al taller tinerfeño que la presidenta insular, María Dolores Corujo; y la alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, hicieron en julio.

«Nos ha gustado muchísimo y esperamos poder verla pronto ubicada en nuestra capital; es un homenaje merecido que ha sido realizado con respeto y calidad por Manolo González», manifestó Corujo en la referida visita.