El Consorcio del Agua se ve obligado a comprar una bomba para desalar

La producción cotidiana de agua, con vistas a surtir a las decenas de miles de abonados a Canal Gestión Lanzarote repartidos por los siete municipios, lleva días afectada por la rotura definitiva de una bomba de impulsión en una de las desaladoras portátiles cedidas por el Gobierno de Canarias al Consorcio Insular del Agua. Para poner remedio, se ha iniciado un procedimiento para adquirir nuevo material.

La intención de los técnicos que asesoran al Consorcio Insular del Agua pasa por poner piezas similares a las estropeadas de manera definitiva en septiembre; a bien de que el material entregado por el Ejecutivo canario en 2023 no tenga que ser variado de su actual ubicación, en la central de desalación que administra Canal Gestión Lanzarote, como empresa concesionaria del ciclo integral del agua, cerca de Las Caletas.

Para hacer valer la propuesta se ha establecido concretar un desembolso original de 96.300 euros. Y en caso de no alcanzarse el resultado esperado, se debería establecer un nuevo presupuesto, de mayor enjundia, con vistas a la compra de alguna nueva desaladora portátil de similares características a las que ya hay.

Cada una de las dos maquinarias está capacitada para alcanzar una producción diaria de 2.900 metros cúbicos de agua, para complementar la desalación de las plantas permanentes. Cada día se necesita un mínimo de 30.000 metros cúbicos de líquido para cubrir la demanda cotidiana.

Canal Gestión Lanzarote rara vez está siendo capaz de surtir de agua a todos sus abonados en el día a día. Bien por averías en las redes, bien por fallos en la impulsión o bien por escasa capacidad de almacenamiento, los abonados de Los Valles y casco de Haría, por poner dos primeros ejemplos, sumaron en septiembre más fechas sin agua que jornadas con un abasto más o menos normal.

Esta semana se ha llegado incluso a agudizar la situación deficitaria, debido a que Endesa, en virtud del contrato que mantiene con la empresa responsable del ciclo integral del agua, interrumpió el suministro de energía a la central donde se ubican las desaladoras. Como consecuencia, se vieron afectados con quedarse sin agua abonados de más de una treintena de pagos. No es la primera vez que se registra este año una incidencia de este orden y no se descarta que se den más.

Se ha creado recientemente un movimiento social, denominado Mesa Insular del Agua, que demanda cambiar los estatutos del Consorcio (Cabildo y consistorios), para dar cabida a los agentes sociales en el organismo; en aras de estudiar cambios urgentes.

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