Adiós al Monumento a la Paz
En días se cumplirán 25 años de la dramática pérdida de César Manrique. Su muerte supuso el parón a varias propuestas que apoyaba. Entre ellas, el Monumento a la Paz, cerca de Timanfaya, con misiles de Estados Unidos y la antigua URSS, en base a una idea del literato Alberto Vázquez Figueroa. El proyecto no se acabará.
José Ramón Sánchez López y Arrecife
Lunes, 11 de septiembre 2017, 10:18
El Cabildo, custodio de los proyectiles desde su recepción hace un cuarto de siglo ha decidido obviar cualquier actuación en favor de la obra. No obstante, sigue teniendo en su haber buena parte del material enviado desde Moscú, previo pago de varios miles de euros por el Gobierno de Canarias, un Scud que recorrió por carretera varios países de Europa hasta llegar a Canarias, que sigue en estos días ocupando espacio en el Complejo Agroindustrial de Teguise. Del proyectil norteamericano existen dudas, pues se sabe que Washington envió, en varias piezas, la carcasa de un misil modelo Lancet, al que pronto se le perdió la pista.
En los días del traslado, el Cabildo, presidido por Dimas Martín, no compartió el entusiasmo en el proyecto que sí hubo por el Ejecutivo canario, con Miguel Zerolo por entonces como consejero de Turismo. Y poco cambio la cosa con el paso de los años. La primera Corporación ha reconocido, extraoficialmente, que no se quiere retomar la iniciativa.
La idea surgió de la obra Ciudadano Max de Alberto Vázquez Figueroa. César Manrique aceptó colaborar, llegándose a decir que se haría, al menos la peana, bajo su supervisión artística.
El ninguneo al asunto ha resultado tal, que aún se espera por los responsables del Museo Histórico Militar de Canarias, con sede en Tenerife, a que se habilite el traslado del singular armamento a su sede. Constan peticiones oficiales al respecto, si bien al Ayuntamiento de Teguise. La más explícita se formalizó a final de 2014, sin resultado, a pesar de que se dio a entender que se veía bien la cesión del material.