Juan Luis Lorenzo: «Tenemos una Justicia obsoleta y poco eficiente»
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El presidente del TSJC advierte que la situación es crítica en las Jornadas de magistrados jueces decanos de EspañaNecesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Tanto el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Rafael Mozo, como el del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Juan Luis Lorenzo Bragado y el juez decano de Las Palmas, Juan Avello, mostraron su gran preocupación por la situación de la Justicia después de la pasada huelga de letrados y las reivindicaciones de jueces, fiscales, funcionarios y abogados del turno de oficio. El responsable de la judicatura canaria, Juan Luis Lorenzo, afirmó que «tenemos una Justicia obsoleta y poco eficiente».
Estas reflexiones las desarrollaron durante la inauguración de las Jornadas de magistrados jueces decanos de España, que tendrán lugar hasta el próximo miércoles en la Ciudad de la Justicia de la capital grancanaria. En la misma, están participando un total de 37 decanos procedentes de todas las comunidades del país y debatirán en intensas sesiones la situación actual de la administración de Justicia y posibles elementos y medios de mejora.
Los tres representantes de la judicatura que comparecieron en la sesión inaugural, fueron contundentes a la hora de describir la situación por la que pasa este sector en todo el país.
De los más directos fue Juan Luis Lorenzo, quien no tuvo pelos en la lengua a la hora de hacer suya una frase «de un magistrado del Tribunal Supremo», dijo: «La Justicia es un puzzle que tiene que ser perfecto y ahora mismo tiene todas sus piezas desencajadas», expuso.
Un puzzle ha sufrido «las secuelas de la huelga de letrados; la huelga convocada por los funcionarios judiciales –que en una segunda fase puede paralizar los juzgados durante seis días en esta y la próxima semana–, la huelga convocada por las asociaciones judiciales y fiscales a partir del 16 de mayo, las quejas de los letrados del turno de oficio y, por supuesto, la situación de interinidad del Consejo General del Poder Judicial», detalló Lorenzo.
«Pero no solo son estas las piezas desencajadas», añadió. Estos datos que expuso «son los problemas más recientes, coyunturales», pero advirtió que había que añadirles, además, «los problemas estructurales, de fondo».
Entrando en detalle, dijo que «tenemos una administración de Justicia obsoleta y poco eficiente» y año tras año, al reunirse los decanos, los presidentes de audiencias y los presidentes de TSJ, vienen «repitiendo, a modo de letanía, en unas largas conclusiones que no sé bien quién se las lee», ya que «sus destinatarios no parecen muy receptivos».
Enumeró los que, a su juicio, eran «problemas endémicos» que «aquejan a la Justicia en España». Se refirió a la «escasez de jueces, que se traduce en una sobrecarga de trabajo y dilaciones inaceptables». La «falta de medios personales y materiales», los «edificios insuficientes y anticuados» y la «pluralidad de sistemas de gestión procesal que no se entienden entre sí y que en muchas ocasiones se desarrollan sin tener en cuenta la opinión de los jueces». Por último, se quejó de una «organización judicial ineficiente».
«Pasan las legislaturas y se suceden las promesas, los pactos de Estado y los ofrecimientos de pactos de Estado, pero nada cambia. Por no cambiar, no cambia ni el CGPJ», expresó.
En la misma línea, Juan Avello insistió en que le resultaba «descorazonador» comprobar que las «conclusiones de los últimos encuentros de decanos» cayeran en saco roto para el Gobierno.
«Nos encontramos condenados a subir por una pendiente la pesada piedra de la Justicia sin recibir ayuda de nadie, sin que nadie nos escuche, lo que genera un claro sentimiento de impotencia», dijo.
Quiso también el decano Juan Avello dejar claro que «la inasumible carga de trabajo» que alcanza «de modo habitual el 240-260% en muchos juzgados», afecta «de forma evidente al justiciable, pero se debe tener en cuenta igualmente que tal carga de trabajo se identifica como un factor de riesgo para la salud muy elevado para los profesionales».
Por último, enumeró que la mejora y modernización de los sistemas judiciales se debería centrar en tres aspectos fundamentalmente: «las reformas procesales, la generalización de la utilización de las nuevas tecnologías y el fomento de los métodos alternativos de resolución de litigios. En España estamos fallando estrepitosamente en los tres», manifestó.
La situación de la Justicia en Canarias, según dijo Juan Luis Lorenzo, «dista mucho de ser satisfactoria», aunque quiso «destacar la laboriosidad y el grado de compromiso de la carrera judicial». Aportó como datos que el archipiélago fue el año pasado nuevamente el territorio donde más se litigó de toda España. A pesar de ello, la tasa de pendencia se mantuvo seis décimas por debajo de la media nacional. Cada órgano judicial de las islas registró durante 2022 una media de entrada de 1.880 asuntos (siendo la media nacional 1.600), resolvió una media de 1.800 cuando la media nacional fue de 1560 y cada juez dictó una media de 440 sentencias, siendo la media del país de 403. Precisamente, expuso, «por el alto grado de responsabilidad y dedicación de la carrera judicial», no deben de «caer en el derrotismo. Tenemos que seguir luchando para que se produzca una mejora en el funcionamiento de este servicio esencial».
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