La Virgen del Pino vuelve a su camarín

La Patrona de la Diócesis de Canarias descansa ya en el camarín de la basílica de Teror después de haber disfrutado durante más de dos semanas de las fiestas en su honor.

La imagen de la Virgen del Pino recorrió ayer domingo el mismo camino, pero en sentido inverso, al que transitó el 5 de septiembre y que se repite desde el año 1928. Entre tules que imitan un manto de nubes y ataviada con el manto verde, o de Los Pinos, que lució en los festejos de este año, la talla más adorada en Gran Canaria puso otra vez a prueba el sistema mecánico de raíles, escondido entre una decoración floral, que facilita tanto su bajada al trono como su subida al camarín.

Se trata de un sencillo mecanismo ideado por carpinteros, y ligeramente mejorado desde su estreno, para que este acto, al igual que el la Bajada, se haga delante del público y no a escondidas y por la sacristía. Como es habitual, la Subida de la Virgen del Pino congregó en el templo de la villa mariana a menos público que el que cada año asiste a la Bajada, uno de los actos más emotivos de las fiestas, pero aún así la basílica se quedó chica para acoger a todas las personas que querían seguir el ascenso.

Con el regreso de la imagen a su camarín finalizan también los actos religiosos de las fiestas del Pino de 2024, aunque continúa el programa de festejos en el municipio. El próximo fin de semana tendrá lugar una nueva edición del Rallye Villa de Teror.

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