Los vecinos de Vecindario desalojados entran por primera vez a recoger pertenencias

Los vecinos del edificio de la Avenida de Canarias 454, entre Vecindario y El Doctoral, desalojados el pasado sábado por riesgo de derrumbe, pudieron entrar por primera vez durante la mañana a recoger objetos esenciales tras salir con lo puesto debido al peligro que corría el inmueble.

Tras los trabajos de apuntalamiento que se desarrollaron entre el lunes y el miércoles, se les permitió acceder este viernes, de dos en dos, con cascos y chalecos, custodiados por la Policía Local y acompañados por técnicos de la empresa encargada de los trabajos. Los hijos del propietario fueron llamando a los vecinos y tras firmar un documento, les hicieron dejar los móviles o cualquier tipo de dispositivo de grabación.

Desde las 9.00 horas entraron los residentes en la primera planta y posteriormente fueron poco a poco haciendo lo propio los de la segunda y la tercera, para salir minutos después cargados de bolsas y maletas con lo imprescindible para intentar seguir su vida tras haberse truncado de repente su normalidad.

La mayoría aprovechó para coger ropa, documentación, dinero, tarjetas, joyas, así como algunos pequeños electrodomésticos, ya que el tiempo que le daban, entre 10 y 15 minutos, no daba para sacar mucho más.

La sensación que tenían tras salir era agridulce, algunos lo hacían con los ojos llenos de lágrimas, pero a la vez contentos por poder llevarse artículos necesarios para su día a día. También pudieron observar los daños en la estructura, con grietas en algunas plantas o techos derrumbados en algunos de los pisos.

En una segunda fase, que podría ser dentro de algunas semanas, podrán llevarse muebles y otros enseres, porque ya son conscientes de que no podrán volver a vivir en el inmueble hasta al menos en un año.

Además de los vecinos, también los comerciantes pudieron retomar la normalidad con cuantiosas perdidas. Giovanni, de la pizzería La Vita é Bella, estuvo durante la mañana desechando gran cantidad de alimentos, que después de una semana eran ya inservibles, y mostró su satisfacción por volver a abrir después de una larga espera y porque no hubo que lamentar pérdidas de vidas.

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