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Mohammed El Montaser, delante de las pateras y cayucos de donde saldrán los 24 que formarán parte de 'El Jardín de la Esperanza'. Juan Carlos Alonso

El último viaje del cayuco pone rumbo a la esperanza

Homenaje ·

Agüimes albergará un monumento al deseo del inmigrante por tener un futuro mejor | Estará formado por 24 barquillas llegadas a la isla

Gaumet Florido

Agüimes

Martes, 13 de junio 2023, 02:00

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Hoy se amontonan en una parcela y son refugio para gatos, pero todas y cada una de las pateras y cayucos que tiene almacenados el Gobierno de España en Arinaga, en Agüimes, cuentan historias de vida y también de muerte de gentes de carne y hueso, ilusiones y miedos de cientos de personas que se jugaron la vida por la esperanza de un futuro mejor.

Ese anhelo es el que inspiró al artista agüimense Francisco Suárez para idear un monumento, 'El Jardín de la Esperanza', que se instalará en Arinaga y que perpetuará la memoria de los que cruzaron el mar para vivir mejor, de todos los que un día emigraron.

8 cayucos y 16 pateras harán esta vez su último viaje de la mano de 24 artistas comisariados por Suárez, que ha diseñado con ellos una estructura de simetría radial similar a la de una rosa de los vientos, un símbolo en forma de estrella que sirve para marcar los rumbos y que se usa en las cartas de navegación.

«Cada una de esas barquillas será intervenida o pintada por un artista de reconocido prestigio o que sea significativo para el proyecto», explica el comisario, que ha propuesto un listado. Habrá también nombres de la orilla africana continental y serán sugeridos por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) y por dos periodistas canarios especializados en migraciones, Nicolás Castellano y Pepe Naranjo.

La idea del monumento partió del alcalde, Óscar Hernández, que tras quejarse a la Delegación del Gobierno de que usaran un solar en pleno polígono industrial como cementerio de barquillas, pensó que el municipio podría pedir la cesión de algunas de ellas para recordar la memoria de tantos que las usaron. Se lo planteó a Francisco Suárez y este le hizo una propuesta artística.

16 pateras como pétalos y 8 cayucos de pie, en el centro

Según explica, 16 pateras, más cortas, se dispondrán en una corona circular como los pétalos de una margarita y en el centro se situarían los cayucos, de pie, formando una pirámide. Todas las barquillas, también las verticales, irían llenas de tierra y picón negro donde se plantarían cactus y otras plantas crasas.

Boceato ideado por el artista agüimense Francisco Suárez de la composición propuesta con las pateras y cayucos. Francisco Suárez

Entre los artistas sugeridos por Castellano para el proyecto figura el joven Mohammed El Montaser El Baz, un bereber de 30 años procedente de Marruecos que llegó a Gran Canaria en 2007, cuando contaba con apenas 15 años y que hoy no solo se gana la vida como chef en un prestigioso hotel del sur, sino que se está abriendo camino, con prometedor éxito, en el mundo de la pintura.

Con su aportación quiere «enseñar lo que un inmigrante sufre, lo que no se ve». Mohammed El Montaser lo vivió en primera persona y aunque hoy, como él mismo reconoce, no le falta nada gracias a todo lo que ha luchado, sí confiesa que lo llegó a pasar muy mal, tanto como para que en sus primeros cinco años en Canarias se planteara volver a su tierra.

«Nunca pude soñar con la vida que tengo ahora»

Aún no tiene muy claro cómo será su intervención, pero sí su objetivo, que no es otro que dar voz a todas las personas que han pasado por ese difícil trance de dejar atrás familia y raíces y emprender un viaje incierto, con más riesgos que certezas, un recuerdo y homenaje a los que lo pueden contar, pero también a los que no, a los que se quedaron en el camino.

No en vano, la ruta canaria es la vía migratoria más peligrosa del mundo. Según datos de 2021, uno de cada cinco muertos o desaparecidos en el mundo contabilizados por la Organización Internacional de las Migraciones pereció en el Atlántico rumbo a las islas. La ong Caminando Fronteras cifró en 1.784 las víctimas registradas en esta ruta en 2022.

Pero este monumento no se quiere quedar en el lado trágico. No lo obvia, porque no puede, solo evita poner el foco en el drama y prefiere centrarse en la cara positiva, en la de la esperanza que les mueve, como en su día movió a los canarios.

Hasta en eso cuadra como un guante la participación en este proyecto de Mohammed El Montaser, que pese a tantas lágrimas derramadas, a tanta soledad, a tantas mudanzas entre centros de acogida y a tantas caídas, tiene claro una cosa: «Nunca pude soñar con la vida que tengo ahora», se confiesa, muy agradecido, por cierto, a la buena gente que halló en su camino, entre otros, y lo cita expresamente, al empresario Pedro Andueza.

53 horas en una patera

Tardó en cruzar a Canarias 53 horas en una patera junto a otros 17 menores y con un boquete abierto que le hizo pensar en que todo acababa. Hasta rezó la oración que han de hacer los musulmanes cuando ven rondarles la muerte. Con todo, asegura que ese trance no fue al final tan duro como lo que se le vino después, una maraña burocrática y de obstáculos que le llevan a sostener que la inmigración irregular no debe ser nunca la salida. Defiende una emigración regulada que garantice el derecho de las personas a una vida mejor.

Una llegada en patera, según la particular mirada de Mohammed El Montaser. C7

«Me inicié haciendo dibujos en los platos con leche condensada y colorantes»

Mohammed estudió, se sacó el título de FP en hostelería y ha ido escalando posiciones, poco a poco, en restaurantes, desde simple ayudante de cocina a chef. Precisamente fue en un bar, en su deseo por crecer, donde aprendió a pintar. «Me inicié haciendo dibujos en los platos con leche condensada y colorantes». De ahí pasó a la acuarela, montó incluso su primera exposición y ya vende sus cuadros.

Entre los artistas junto a los que participará figuran Luna Bengoechea, Augusto Vives, José Luis Luzardo, Pedro Lezcano, Mireia Tramunt, Bubacar Trahoré, Juan José Sánchez, Sanae Elalami, Rubén Valerón, Noemí Arrocha, Juan José Bravo, Said Messari, Irene León, José Rosario Godoy, Juan González, Matías Mata y Nelson Salazar.

Francis González, edil de Cultura en funciones, apunta que pese a que es un proyecto a medio plazo, se está ultimando el convenio que el Ayuntamiento firmará con Cear para que gestione la parte administrativa del proyecto. La financiación saldrá de fondos municipales y del Cabildo, porque cada artista será gratificado. Se está buscando una nave en Arinaga donde meter las barquillas con la idea de que puedan ir trabajando en ellas desde después del verano.

Otra de las pinturas de Mohammed El Montaser El Baz. C7

La instalación en sí se montará en un parque que está proyectado al final de la avenida marítima de Arinaga, la de la playa, en un solar que hoy está al sur del barrio, entre las casas y el canal. Efraín González, concejal en funciones de Obras, explica que primero tienen que encargar la redacción del proyecto y buscar fondos externos. La parcela ronda los 20.000 metros y el coste del parque superará los 2 millones. Hasta 2025, calcula, no empezarán las obras.

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