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Una familia del barrio de Las Remudas, formada por ocho miembros, de los cuales cinco son menores de edad, se enfrentaba este jueves a un desahucio inminente de la vivienda que ocupan desde hace unos años. El alzamiento de la vivienda estaba programado a primera hora de la mañana. La familia confiaba en un aplazamiento del mismo, pero este no llegó.
La autoridad judicial se personó en la vivienda, en momentos de una gran incertidumbre. Desde el entorno de la familia se solicitaba «un aplazamiento provisional» que permitiese ganar tiempo para encontrar una alternativa habitacional digna y evitar que los menores y el resto de la familia quedasen en situación de calle. Finalmente, ante la sorpresa de la parte demandante, la decisión judicial fue la de desalojar dos habitaciones, las denominadas A y C según el plano de la misma.
En principio, Laura Herrera alquiló al hijo de la propietaria estas dos habitaciones y por eso ahora la decisión judicial fue la de desalojarlas. Algo que se hizo ante la presencia policial sin ningún tipo de problema. La señora, dueña de la vivienda, también está en situación de vulnerabilidad y reclama su propiedad. El proceso ahora continuará, pero Laura y su familia continúa en esta vivienda de Las Remudas, sin dos de sus habitaciones.
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