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José Manuel Espiño Meilán, en la costa de La Garita, cerca del bufadero. El autor desvela que hay otros dos en el litoral teldense. Cober
Un canto a la vida y a la costa menos conocida de Telde

Un canto a la vida y a la costa menos conocida de Telde

Nueva obra ·

José Manuel Espiño presenta este viernes en la feria teldense del libro 'El arte de caminar y el placer de sentir', editada por el Ayuntamiento de Telde y dedicada a la memoria de José Luis González Ruano

Martes, 16 de abril 2024, 23:05

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¿Cuánto tarda usted en recorrer la costa de Telde? Si va en coche, cinco o diez minutos. Son 12 kilómetros de asfalto en autovía entre centros comerciales, polígonos industriales y hasta un aeropuerto. A pie, ajustándose a la orilla, tres horas y media o cuatro. La orografía se complica y la distancia es algo más larga, poco más de una veintena de kilómetros. No está libre de agresiones fruto de la acción humana, pero conserva rincones verdaderamente mágicos, únicos.

José Manuel Espiño Meilán, educador y divulgador ambiental que lleva 40 años recorriéndosela y se la conoce al milímetro, no se queda ni con una opción ni con la otra. En su último libro, 'El arte de caminar y el placer de sentir. Un paseo por el litoral de Telde', invita a los lectores a una caminata aún mucho más serena y reposada, tanto, que no solo le llevará de la mano a descubrir una costa desconocida, sino que le sumergirá en un mar de reflexiones sobre cómo vive el ser humano su relación con la naturaleza. Es, a su manera, un canto a la vida y también al litoral del municipio que acogió a este gallego enamorado de Canarias.

«Es mi primer libro basado en hechos reales, pero que incluye partes noveladas, sobre todo aquellas que hablan del futuro», explica este maestro jubilado, que aclara también que esa parte ficcionada es la que queda reflejada en las conversaciones imaginadas que supuestamente mantiene José Manuel con quien durante décadas compartió paseos mañaneros por el litoral y que falleció hace cuatro años, el también ecologista José Luis González Ruano, a cuya memoria está dedicado el libro.

Portada y contraportada del libro. C7

«Es un homenaje personal que quería hacerle para recordar su figura», apunta. «Me faltaba este paseo». Pero no quiere que se interprete como la expresión de un dolor. Al contrario. «Esta obra es una exaltación de la vida; con ese mensaje de fondo de 'qué bueno es dar un paseo con alguien que leía la naturaleza igual que yo'». Lo que busca es decirle a quien lo lee «vive, camina conscientemente y disfruta», pero también 'implícate'. «El cambio necesario vendrá de todos y cada uno de nosotros». En ese sentido, la costa de Telde es una excusa. Podría haber sido cualquier otro sitio.

Y son esas conversaciones con Ruano, añade Espiño, las que sustentan «una especie de tratado filosófico sobre el devenir de la sociedad o sobre la ecología» y con las que hace también un recorrido sobre el pasado, el presente y el futuro del litoral de Telde y de la isla. «Uso la presencia del amigo para poder reflexionar en voz alta; y a es a él a quien le doy la licencia de poder ver el futuro».

Con esa música de fondo, ambos recorren la costa de Telde a lo largo de seis capítulos que arrancan en la Peña de Medio Mundo, donde crece la hierbamuda, una planta única en el mundo, y que acaban en las playas de Aguadulce, Tufia y Ojos de Garza. Se harán eco de lo que era y ya no es, como el yacimiento arqueológico que ahora está bajo las casas de la Punta de Clavellinas, pero el mensaje no es, en absoluto, pesimista, como recalca José Manuel Espiño.

Un tubo volcánico inédito

«Aún hay cosas aberrantes, pero en estos 40 años no hemos ido para atrás». Lo dice con conocimiento de causa. No en vano, fue uno de los fundadores de Turcón, el colectivo que más ha peleado por la naturaleza local y que más ha trabajado también la educación ambiental en Telde. Hace cuatro decenios, recuerda, quien quería expoliaba la arena de las playas o corrían las aguas fecales por los barrancos.

Espiño se queda con lo mucho de bueno que aún queda, entre lo que hay paisajes muy poco transitados, como la cueva de la reina mora, o incluso casi inéditos, como un espectacular tubo volcánico en Malpaso o la playa de arena roja entre Tufia y Ojos de Garza. Y confiesa en voz alta dos anhelos: un control absoluto de los gatos, a los que achaca la desaparición de muchas aves y lagartos, y el cuidado e impulso del bosque de tarajales que se ha desarrollado cerca de la desembocadura del barranco Real.

Editada por el Ayuntamiento de Telde y con ilustraciones de Jaime Checa, 'El arte de caminar y el placer de sentir' será presentado en el marco de la feria del libro del municipio teldense. Será este viernes 19, a las 18.30 horas, en el Casino La Unión, en San Juan. Y todo el dinero que se recaude en el acto irá a parar a Turcón.

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