Tranquilidad en Telde: capturan al águila de Harris que se llevó a las gallinas

El águila que mantuvo en vilo a los vecinos de Tecén, en Telde, Gran Canaria, ya ha sido capturado y está con su dueño. Según ha podido conocer este periódico, el responsable del animal se encontraba de viaje en el momento de los hechos y había dejado el ave a cargo de su hija, a quien se le escapó.

Unas imágenes captadas por Televisión Canaria permitieron a Pascual Calabuig, veterinario responsable del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, perteneciente al Cabildo grancanario, confirmar que se trata de un águila de Harris, que se ha escapado.

El veterinario señaló en declaraciones a este periódico que, cuando se trasladó hasta el lugar para observar al animal que inquietaba a los vecinos, vio a otra ave con sus prismáticos: a un aguililla canaria. Un animal que no se puede capturar y soltar en otra zona, porque está protegido y tiene su hábitat en los altos del barranco de Tecén. Solo se recomendó a los vecinos salvaguardar a sus gallinas con una malla.

Si bien, la gente del pueblo desconfió desde un principio del comportamiento del ave y pensaron, sobre la marcha, que pertenecía a alguien y se había escapado. Motivo por el que alertaron tanto al Seprona como a la corporación insular.

Fue el cloquido de unas gallinas el que los puso en alerta. No era un sonido normal en ellas. Pronto, todas «se desaparecieron». Un águila rondaba por la zona. Seguidamente, el ave volvió al lugar y «arrancó con una gallina y la tiró por el medio del cercado», narra uno de los afectados.

El festín del animal no quedó ahí, sino que, al poco, de acuerdo con el relato de este vecino, volvío a por un pollo y, luego, a por otro.

El águila también se las vio con este hombre y su perra, llegando a agarrar al can en varias ocasiones y a «revolcarlo», y a «coger por los pelos» al afectado.

El Cabildo de Gran Canaria tiene constancia, en estos momentos, de que existen cuatro águilas escapadas. Solo tienen localizadas a dos de ellas y ninguna coincide con la de Tecén. La misión ahora consiste en encontrar al dueño de esta ave, que se cree que es un cetrero, para que la recupere.

Calabuig repara en que este ejemplar no debería ser salvaje, sino manso y que, al tener dueño, se acerca a las personas porque las asocia a la comida.

Gracias a las imágenes televisivas se pudo observar una anilla en su pata izquierda y un transmisor en su ala.

Los episodios vividos por el momento mantienen en cierto estado de alarma a los vecinos de la zona, especialmente a aquellos que conviven con perros de tamaño pequeño.

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