Se desploma un árbol centenario en Telde
150 años de historia de Telde quedaron reducidos a 3.500 kilos de residuos vegetales | Los operarios trocearon este miércoles el laurel de Indias caído en San Juan
Uno de los cuatro imponentes laureles de Indias de la plaza de San Juan ya es historia. Tras desplomarse la noche de este martes a las 23.15 horas, los operarios de la concesionaria de Parques y Jardines, FCC, trocearon este miércoles sus 150 años de vida en 3,5 toneladas de residuos vegetales. Un estudio reciente fijó su edad en 145 años, aunque en la plaza lleva plantado 100 años, según los datos que en su día aportó el cronista oficial de Telde, Antonio González.
Este ejemplar de 'Ficus microcarpa' se encontraba muy dañado por la acción de un hongo, 'Armillaria mellea', que había secado la parte de su copa que daba a la calle Licenciado Calderín y había ahuecado también el tronco que la sustentaba. Pese a los cuidados fitosanitarios especializados que recibió en el último mandato, esa sección dañada no se salvó, pero al menos sí se logró mantener la parte que ahora cayó. Según los técnicos del área, se rompió el cuello de las raíces, lo que enlaza con el tronco, que fue lo que a la postre propició su desplome.
El edil de Parques y Jardines, Juan Francisco Artiles, informó de que ha encargado a la concesionaria un informe técnico sobre el estado de salud de los otros tres laureles. Quieren saber si están también dañados. Lo cierto es que expertos botánicos ya anunciaron en 2014 que este ficus que se desplomó el martes estaba muerto y que los otros tres estaban sentenciados.
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Los restos fueron trasladados en un camión al vivero municipal, donde esperarán a la posible decisión del gobierno local sobre su destino definitivo. No es descartable que se use algún trozo de tronco o de rama como monumento escultórico de recuerdo. El alcorque quedará vacío hasta tanto se analice también el estado sanitario de la tierra donde estaba. Es probable que el hongo que dañó al laurel haya contagiado todo ese sustrato.
La suerte se alió esta vez con Telde porque el árbol optó por rendirse a una hora y un día en que la plaza de San Juan es lo más parecido a un desierto. De haber caído, por ejemplo, el viernes pasado, cuando se celebró la Noche de Tapas, Vino y Música que juntó a cientos de personas bajo estos árboles, podría haber causado una tragedia. Para no tentar más a la fortuna, el gobierno local ha decidido, por precaución, mudar de sitio los actos previstos en esta plaza, al menos hasta que no se confirme que los otros ficus están sanos.
Por lo pronto, Cultura ha decidido llevarse hasta la plaza de San Gregorio la celebración de la Noche de los Finaos, a partir de las 19.30 horas del próximo 31 de octubre, con un baile, la actuación de varias parrandas, teatro de calle y varios solistas.
La caída de este laurel de Indias pone fin a una lenta agonía, pues se pasó años con media copa seca y desprendiéndose, en fase de UVI y recibiendo tratamientos especializados mediante endoterapia vegetal, un método alternativo de tratamiento fitosanitario que no llegó a tiempo.
