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El Gobierno insular aprobó este viernes en solitario en el pleno del Cabildo la moción que considera que la construcción de una planta de almacenamiento y regasificación, y una central de generación eléctrica de 70 megavatios (MW), en el Puerto de La Lu y de de Las Palmas «no satisface ninguna necesidad de las personas que viven en la isla y mucho menos para quienes viven en la ciudad, obedeciendo exclusivamente a intereses económicos de la propia empresa».
La moción compartida por NC y PSOE sostiene que los análisis hechos por el Consejo Insular de la Energía (CIE) indican que la planta, lejos de contribuir a la descarbonización, podría multiplicar por 12 veces las emisiones de CO2 en el Puerto de Las Palmas, al pasar de 25.884 toneladas anuales a más de 304.780. Además, las fugas de metano, un gas con efecto invernadero más potente que el CO2, podrían invalidar cualquier supuesto beneficio medioambiental de la planta.
La propuesta recuerda que la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud ha alertado de que estas emisiones pueden incrementar la prevalencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en la población, al tiempo que la planta podría representar un riesgo de accidentes graves debido a su proximidad a otras instalaciones industriales peligrosas.
La moción insta a la Dirección General de Energía del Gobierno de Canarias, por un lado, a desestimar la autorización administrativa del proyecto, en fase de evaluación de impacto ambiental, y por otro pide al Gobierno regional y a Puertos del Estado que analicen y prioricen alternativas sostenibles y respetuosas con el entorno, como el fortalecimiento de la red eléctrica actual para abastecer las necesidades del Puerto de la Luz, y el fomento de tecnologías que contribuyan a la descarbonización sin incrementar las emisiones en zonas habitadas.
Los grupos del PP y CC se abstuvieron, criticaron que NC y PSOE no pararan el proyecto en el mandato anterior -cuando gobernaban en la Comunidad Autónoma, el Cabildo y el Consistorio capitalino-, ni en los consejos de administración del Puerto cuando se debatió en 2019 y 2022, y se mostraron partidarios de esperar a la culminación del expeidente.
Vox votó en contra acusando al Gobierno insular de «fanatismo climático» y apostó por asegurar la competitivad y eficiencia energética del Puerto de La Luz en su papel de gasolinera del tráfico marítimo internacional.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, mantuvo que en su día votó a favor del proyecto porque incidía en la faceta del almacenamiento de gas para el suministro a los barcos. «Jugaron con mi buena fe», aseguró antes de indicar que la propuesta de la empresa Totisa Holdings «es meternos por la puerta de atrás la regasificadora que no pudieron colar en Arinaga y una planta de generación eléctrica» de 70 MW que solo destina el 6% de esa generación al puerto capitalino. «Así no, de ninguna manera, con absoluta rotundidad», concluyó.
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