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Vista parcial del parque Tony Gallardo, que está dentro de una zona protegida. JUAN CARLOS ALONSO

La presencia de gatos en el parque Tony Gallardo enfrenta al Cabildo con colectivos animalistas

Acción Felina denuncia la captura de ejemplares pese a ser de colonias autorizadas, pero científicos y gestores insisten: no pueden estar en zonas protegidas

Jueves, 10 de febrero 2022, 00:00

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Hace solo unos días se hizo viral un vídeo, difundido por Leales.org, en el que Daniel Sánchez, presidente de Acción Felina, denunciaba 'in situ' la captura de dos gatas juveniles, de 5 y 7 meses de vida, dentro del parque Tony Gallardo, que forma parte de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana. Se grabó junto a las jaulas. No entendía que se les atrapase dado que, según afirmaba, pertenecen a una colonia felina autorizada, y censuraba además que, pese a ello y a que están sanos, su destino final sería el sacrificio, extremo este último que desmiente el Cabildo, institución que gestiona el parque a través de la empresa pública regional.

La emisión de aquella grabación ha reabierto el debate sobre la presencia y el impacto de los gatos en zonas protegidas, una controversia que enfrenta a colectivos animalistas, como Acción Felina, Leales.org o Fauda, con el Cabildo, y en la que también han terciado estos días otras entidades como partidos políticos como el PP, el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas, SEO/BirdLife y la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria. Insisten científicos y gestores públicos en que los gatos son incompatibles con áreas protegidas porque, como sucede en este caso, por muy bien alimentados que estén por los gestores de la colonia, como, por ejemplo, defiende Sánchez, acaban predando a las especies bajo protección.

Manuel Amador, director insular de Medio Ambiente en el Cabildo, aclara, de entrada, que esos gatos capturados no van directos al sacrificio. «Son llevados al Albergue Insular de Bañaderos, donde permanecerán hasta ser adoptados; solo son eutanasiados algunos casos concretos, porque están muy enfermos o porque están tan asilvestrados que no es posible darlos en adopción», explicó. En todo caso, dejó claro que dentro del parque no puede haber gatos, de ahí que se recurra a mecanismos autorizados para sacarlos del recinto. Durante 2021 cogieron a 17.

Esta es una de las gatas que capturó Gesplan y liberó Sánchez.
Esta es una de las gatas que capturó Gesplan y liberó Sánchez. Acción Felina

Los felinos que acceden al Tony Gallardo pertenecen a dos colonias autorizadas por el Ayuntamiento, la 15 y la 23, según Daniel Sánchez, que aunque no están dentro del parque, sí lo están en sus inmediaciones. Estas son dos de las 34 que, según la edil de Protección Animal, Clara Inés Martel, están registradas en el municipio.

A juicio de Alejandro Suárez, presidente del Colegio de Veterinarios de Las Palmas, es esta cercanía la clave del problema. «No puede haber colonias cerca de una zona protegida porque los gatos no entienden de leyes ni de vallas; hay que alejarlos», afirma tajante. Por eso aboga por su traslado a un espacio adecuado y cerrado, opción a la que, en principio, tampoco se opone Acción Felina, aunque dice que hay expertos que lo ven contraindicado. Suárez insiste. «El gato preda los huevos de las aves que anidan en el suelo y su impacto es brutal; hay que buscar una solución que garantice el bienestar del gato, cuyo fin último -insiste- es que no esté en la calle, pero que también asegure la conservación de las especies autóctonas y endémicas, más aún en un punto caliente en materia de biodiversidad como Canarias», subraya.

Suárez recuerda que ni el Cabildo ni Gesplan actúan por capricho, sino que cumplen la ley, porque, apostilla, uno de los objetivos que fija la normativa dentro de la reserva es precisamente la erradicación de especies invasoras, entre las que figuran los gatos. En esta línea abundan la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria y SEO/BirdLife, que difundieron un comunicado conjunto para apoyar la captura de los felinos en el parque. Insistieron en que el Tony Gallardo forma parte también de la Zona de Especial Conservación (ZEC) de las Dunas de Maspalomas y que una de las líneas de acción de su plan de gestión es el control de depredadores introducidos. Subrayan que las colonias de gatos no son inocuas en un lugar como las proximidades de la Charca de Maspalomas. «La evidencia científica señala que los gatos, aunque estén bien alimentados, no pierden el instinto depredador y siguen afectando muy negativamente a la fauna autóctona». Por eso instan a que se eliminen por completo estas colonias.

Frente a esta tesis, el PP en el Cabildo ha criticado «la alarmante falta de sensibilidad» del gobierno de Antonio Morales, «que primero se ganó a pulso el sobrenombre de matacabras y ahora el de matagatos». Y sus compañeros de partido en el municipio emitieron un comunicado en el que reclaman apoyo y diálogo para Acción Felina. Protestan por el trato que se le ha dado a un colectivo de personas que ejerce una labor altruista. Daniel Sánchez se llevó las dos jaulas donde estaban las gatas, Gesplan denunció que no estaban, y el joven acabó detenido por robo. «Me han tratado como a un delincuente», se queja. No obstante, se muestra partidario de pactar una salida para los gatos con el Cabildo. Informa de que tanto Fauda como Acción Felina han pedido una reunión.

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