Mogán aclara que el edificio de Lomo Quiebre tuvo licencia municipal y plácet del Cabildo
Un empresario reclamó días atrás la demolición del inmueble por estar cerca del cauce y poner en riesgo la seguridad en caso de posibles riadas
El edificio inacabado y abandonado de Mogán que la denuncia de un empresario, Juan Manuel Pérez, ha vuelto a poner de actualidad se levantó con licencia municipal y también conforme a las determinaciones del Consejo Insular de Aguas (CIA) respecto al barranco junto al que fue construido. Así lo asegura la alcaldesa, Onalia Bueno, tras conocer la reclamación del denunciante, quien pedía la demolición del complejo al entender, primero, que fue edificado sin los permisos correspondientes y, segundo, porque por su cercanía al cauce pone en riesgo la seguridad de las personas en casos de riadas.
El edificio objeto de la denuncia, una especie de centro comercial, lleva inacabado y en aparente abandono desde hace más de 20 años en la zona conocida como Lomo Quiebre y está junto a la carretera general conforme se baja hasta Playa de Mogán, en un margen de la Avenida del Marinero, pero su fachada contraria linda con el barranco. Se emplazó sobre una parcela de 1.255 metros cuadrados y cuenta con una superficie construida, en dos plantas, de 1.882 metros cuadrados.
La regidora, molesta por una denuncia que, a su juicio, solo busca «enfangar» Mogán, recurrió a los archivos municipales para acreditar sus aclaraciones. La licencia se le concedió a la entidad Districo SA, está fechada el 8 de septiembre de 2003 y tenía un plazo de ejecución de 24 meses. Fue expedida en tiempos José Francisco González de alcalde.
Ya en el permiso municipal, que avalaba un uso tanto comercial como administrativo, se especificaba que el solar, que daba y da al barranco, había sido delimitado por el Consejo Insular de Aguas, organismo dependiente del Cabildo de Gran Canaria, y había resuelto que su superficie ascendía a 1.255 metros cuadrados.
La práctica de ese deslinde respecto al cauce público, precisa también la alcaldesa, fue concretada mediante una resolución del 19 de marzo de 2003, luego corregida el 31 del mismo mes, en la que se le autorizaba construir un muro de 101 metros de largo, de los que 80 debían corresponder a un paramento con una altura de entre 3 y 5 metros y los 21 restantes, con una altura inferior a 3 metros.
Cronología y Datos
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Edificio. De dos plantas y 1.882 metros cuadrados. Tiene 19 locales, una zona de servicios y 2 aseos adaptados.
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Licencia. Otorgada el 8 de septiembre de 2003 para un uso comercial y administrativo. Plazo de obras: 24 meses.
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Deslinde del cauce. Fijado mediante resolución del CIA en marzo de 2003. Debía construir un muro de 101 metros de largo.
Así las cosas, y dados estos precedentes, la regidora moganera deja claro que el Ayuntamiento no solo no dará recorrido administrativo a la denuncia de Pérez, sino que, por tanto, tampoco accederá a su petición de que esta edificación sea excluida de las determinaciones del segundo Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad (PMM) de Playa de Mogán, en trámites.
Onalia Bueno subraya que el edificio cumple todos los requisitos para acogerse al PMM, instrumento normativo y urbanística que precisamente, recalca la alcaldesa, puede facilitar al promotor la culminación de las obras y la puesta en funcionamiento de un complejo que podría contribuir a la dinamización económica de la zona. Eso sí, el PMM le pone una condición: aportar un informe que asegure que la planta de locales que da al barranco no es inundable. De serlo, se le permitirá levantar otra planta más, que daría fachada a la carretera general hacia la playa.
La crisis del 2008 se lo llevó por delante y llegó a tener okupas
La historia de este edificio repite el patrón de muchos otros en toda España que se vieron afectados por la debacle económica de la crisis financiera de 2008. Fruto de la inversión de una conocida estirpe empresarial de Gran Canaria, los Navarro, el complejo no se llevó a término porque le pilló el tsunami de aquella depresión. Según los datos que maneja Bueno, la familia propietaria no solo no pudo terminarlo. Tampoco logró conservarlo. Acabó en manos de la Sareb y de ahí fue a parar, probablemente tras una adquisición mediante subasta, a la mercantil Bhagvanji SL. Entremedias, y como ha estado tanto años abandonado, llegó a tener okupas, lo que motivó la orden municipal de reforzar el cerramiento de la parte que da a la calle.