Un millón de euros mitigará inundaciones por escorrentías en tres barrancos del sur de Gran Canaria
El Gobierno canario contrata a Tragsa, que actuará en áreas de riesgo de inundación de Maspalomas, Buenavista y Puerto Rico
Una inversión algo superior al millón de euros (1.012.846), procedente, en su mayoría, de fondos Next Generation, contribuirá a mitigar las inundaciones por escorrentías en tres barrancos del sur de Gran Canaria, dos en San Bartolomé de Tirajana y uno en Mogán. El Gobierno canario ha contratado las obras a la empresa pública Empresa de Transformación Agraria SA (Tragsa), que dispondrá de un plazo de ocho meses para ejecutarlas.
El consejero de Política Territorial del Ejecutivo regional, Manuel Miranda, firmó este viernes el acta de replanteo para el inicio de los trabajos, y lo hizo en la sede del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria (Ciagc) en presencia de Miguel Hidalgo, vicepresidente de esta institución, que es la que tiene la competencia en la gestión de los barrancos y la que ha autorizado ejecutar estas obras. También estuvieron en la firma el gerente del Ciagc, Carmelo Santana, y el director de la Unidad del Agua de los fondos Next Generation, Fernando Azcárate.
En concreto, según detalló Hidalgo, en San Bartolomé de Tirajana los operarios de Tragsa actuarán en la confluencia de los barrancos de Fataga y Ayagaures que luego desembocan en Maspalomas y en el de Buenavista (zona de El Veril), en la puerta de entrada a Playa del Inglés. Por su parte, en Mogán centrarán sus acciones en Puerto Rico.
Básicamente, los trabajos consistirán en instalar «diferentes estructuras de retención y laminación de agua» que contribuirán bien a canalizar, bien a corregir o reducir la velocidad de las escorrentías que se produzcan fruto de episodios de lluvia intensa.
Miranda subrayó la importancia de esta inversión en la medida en que ayudará a reducir las incidencias en la población por posibles inundaciones. ¿Por qué en estas zonas y no en otras? Porque estas tres figuran entre las seis áreas de riesgo potencial de inundación (Arpsi) contempladas en el segundo ciclo de planificación 2021-2027 del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de Gran Canaria, aprobado por el propio Consejo Insular (Ciagc).
Claves
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La inversión. Asciende a un millón de euros (1.012.846), de los que 798.460 euros proceden de fondos Next Generation
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La actuación. Tragsa instalará en 8 meses estructuras de retención para regular los flujos de posibles escorrentías
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La ubicación. La intervención se centrará en tres barrancos: Buenavista (El Veril), Maspalomas y Puerto Rico
Esta primera intervención, financiada con 798.460 euros procedentes de fondos Next Generatiom y con 214.386 que salen del presupuesto del Gobierno regional, actuará en las áreas de riesgo potencial de Buenavista y Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana, y de Puerto Rico, en Mogán, y abarcará una superficie de 1,21 kilómetros. Las otras tres son barranco de Las Goteras (entre Telde y la capital), barranco de Balos y barranco de El Polvo (ambas entre los municipios de Santa Lucía de Tirajana y Agüimes).
Preguntado por las posibles actuaciones en las otras tres áreas, Hidalgo avanzó que aún se está a tiempo para ejecutar el plan de riesgos, al menos hasta 2026, y que el Cabildo trabaja en la búsqueda de financiación. «Estamos buscando fondos para ir intentando siempre hacer esas correcciones de cauce», apuntó.
El consejero grancanario tuvo palabras de agradecimiento para el Gobierno de Canarias y la colaboración inteadministrativa que se han prestado mutuamente.
Las mejoras para la costa de Telde, acciones a otra escala
A preguntas de los periodistas, el consejero Hidalgo aclaró este viernes que la costa de Telde, pese a las incidencias deparadas por las lluvias hace unos meses, no está declarada como zona de alto riesgo de inundación. Explicó que el problema en el litoral teldense se circunscribe a puntos concretos, vinculados, en su mayor parte, a desembocaduras de barrancos, en los que se han dado casos de inundaciones.
En ese sentido, dejó claro que las acciones que precisa Telde para acabar con esas incidencias son más de tipo urbanístico, más en el ámbito de la protección civil que de la hidrología. «Habrá que estudiar con el Ayuntamiento y con el resto de administraciones cómo se reordena esa parte de la costa para que las desembocaduras queden libres».
