Este edificio municipal, con una antigüedad de 40 años, está cerrado al público desde junio de 2019 por riesgo eléctrico dado el mal estado de sus instalaciones, por lo que uno de los primeros compromisos del gobierno actual, que tomó posesión por aquellos días, fue su reapertura.
Un primer proyecto, anunciado en junio de 2020, fijaba el coste de las obras en 3,2 millones, pero la necesidad de mejoras y el encarecimiento de los materiales lo ha elevado hasta los 7,2 ahora licitados. La propuesta incluye la instalación de placas fotovoltaicas, que lo convertirán en una infraestructura más sostenible.
El nuevo edificio contará con una zona de restauración y terraza exterior, otra para venta de productos y mercado, otra de celebraciones y eventos y otra administrativa más la parcela exterior para el mercadillo.
La mayor parte de la financiación correrá a cargo del Cabildo, del plan de inversiones anunciado para paliar los efectos de la covid-19 en el sur, mientras que la aportación municipal ascenderá a 2,9 millones de euros.
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