Maspalomas crece al oeste del Faro por segunda vez en 20 años

Los usuarios y visitantes de la playa de Maspalomas y de su entorno se habrán percatado estos días de una imagen poco frecuente. Al oeste del faro y del muelle que se adentra en el mar justo bajo su fuste, el litoral que normalmente luce repleto de callaos está cubierto por un suave y liso manto de arena. Maspalomas ha crecido, y lo ha hecho hacia el oeste, más allá del faro, hacia Meloneras.

Luis Hernández, profesor del departamento de Geografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, explica que esa arena la han traído vientos procedentes del oeste, que descargan en esa parte del litoral sedimentos procedentes del banco de arena de Pasito Blanco. Advierte de que es un fenómeno que no es insólito, pero sí poco habitual. Calcula, a bote pronto, y de memoria, que la última vez que se dio fue en los primeros años del primer decenio de este siglo, en torno al año 2000 o algo después.

Este investigador del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) apunta que en los últimos años se ha registrado la entrada de mucho viento del oeste, pero con la particularidad de que no es un viento fuerte, como sí lo es el que entra por el noreste y este. «No es tan intenso como para hacer que las dunas caminen hacia el este, pero sí le da la vuelta a la cresta de las dunas, las invierte» por arriba, por su parte más superior.

Lo cierto es que aunque no es un viento muy fuerte, sí va arrastrando arena poco a poco, arena que, con el paso de los meses, se va acumulando en la orilla al oeste del faro, donde el paramento del muelle hace las veces de parapeto o freno y la retiene.

Advierte Hernández de que no hay registros de datos suficientes como para poder determinar si este fenómeno tiene que ver o no con el cambio climático. «Lo único que sí se puede decir es que desde el punto de vista de la dinámica normal de la playa, ahora mismo está invertida». Pero tiene claro también que, atendiendo a lo que ha pasado en otras ocasiones, esta novedad será pasajera. «En cualquier momento llega un temporal de viento por el noreste (que suele ser, por otra parte, la entrada más habitual de los vientos en Maspalomas) y se lleva toda esa arena». Recuerda Luis Hernández que así pasó a mediados de la década del 2000. Eolo sopló con fuerza hacia el oeste y desnudó otra vez los callaos que dominan en la orilla del litoral entre Maspalomas y la vecina playa de Meloneras».

Así las cosas, recomienda a usuarios y visitantes de este buque insignia de la costa grancanaria a que, eso sí, con las debidas precauciones y en estricto cumplimiento de las medidas sanitarias, aprovechen esta extensión temporal y acudan a disfrutarla. En cualquier momento podrá volver a desaparecer.