Martirio en Vecindario por un vecino violento

A principios del pasado mes de marzo, un vídeo de un hombre de 35 años intentando atropellar a dos personas en Vecindario se hizo viral y la noticia de su detención por parte de la Guardia Civil, por un delito de homicidio en grado de tentativa, llegó incluso a los medios nacionales, causando sorpresa por su actuación.

Sorprendió a muchas personas, pero no a los que comparten bloque de viviendas con él, porque conocen perfectamente su proceder, agresivo y violento, que les está llevando a vivir un martirio desde hace meses y que se ha intensificado en las últimas semanas debido a las continuas amenazas, incluso a menores, que sufren a diario.

A ello se unen múltiples rayones con una llave en varios de los coches de los vecinos, el destrozo de los buzones, escupitajos, lesiones y un continuo acoso cada vez que entran o salen del edificio debido a que reside en la planta baja y tienen que pasar sí o sí frente a su puerta. Incluso les persigue cuando salen a la calle y le sigue insultando y amenazando.

Es el único canario que vive en este bloque en el que en su mayoría son cubanos, por lo que los insultos racistas son constantes y les dice cada día que conseguirá que los echen. La peor parte de sus continuas agresiones se la ha llevado una familia de origen cubano con una menor, pero entre el resto de residentes ya suman una docena de denuncias tanto en la Guardia Civil como en la Policía Nacional por actuaciones violentas.

Los principales perjudicados consiguieron este jueves, tras una vista previa en los juzgados de Maspalomas, una orden de alejamiento de 500 metros mientras se fija fecha para el juicio por haberlos agredido cuando salían con su coche en el que viajaba también su hija. La restricción es solo para dos de los tres miembros de la familia, por lo que temen que vuelva a emprender sus ataques con los demás. Debido a esa decisión judicial tendrá que abandonar el edificio y solo podrá acceder una vez, escoltado, para retirar sus pertenencias.

Las víctimas no están del todo satisfechas con esta decisión judicial porque temen que la agresividad sea ahora mayor. Ya que incluso, aunque aparquen sus vehículos a varias calles de las viviendas para evitar sus actos vandálicos, los siguen sufriendo porque es capaz de recorrer los alrededores hasta encontrarlos, como le pasó ya a uno de los vecinos, al que le rayó el coche por los lados, por detrás y por delante, motivo por lo que denunció en dos ocasiones.

Una decena de residentes en el inmueble han narrado a este periódico diversos altercados que han tenido con este hombre y todos dan testimonio de lo insoportable que es la convivencia y del miedo que sufren. Incluso los dueños del edificio ya están en trámites para poder desahuciarlo, pero los trámites judiciales son lentos y temen que les destroce el inmueble. Nadie entiende porqué sigue en libertad después del intento de atropello y con una docena de denuncias por su agresividad. Tienen temor de que ocurra una desgracia irreparable.

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