La víctima afirma que su expareja la «penetró a la fuerza y a lo bestia»
Se celebra un juicio que acusa a Roberto S.R. de abusar sexualmente de su exnovia. Se enfrenta a nueve años y once meses de prisión
La mujer que denunció a su expareja sentimental por haber abusado sexualmente de ella manifestó ayer durante la vista oral que el acusado le «quitó la ropa y me penetró a la fuerza y a lo bestia. Le decía que parara pero no me hacía caso ni me lo podía quitar de encima», señaló.
En este caso, Roberto S. R. se juega nueve años, 11 meses y 27 días de prisión y el pago de 30.000 euros a la víctima por los daños morales causados a consecuencia de la presunta violación sufrida en casa del acusado en San Fernando de Maspalomas.
Un supuesto ataque que empezó a consecuencia de que la víctima dejara la relación con el procesado: «Fue a raíz de eso cuando se puso a llamarme muy exigente y pesado porque es una persona muy celosa y posesiva y cuando quiere una cosa, hay que hacerlo y por eso le dije 'no es no', y punto», detalló la mujer.
Al ver la insistencia en las llamadas, «se la devolví y me preguntó que si yo podía pasar por su casa a recoger mis pertenencias. Eso hice sin miedo porque nunca antes me había pasado nada», narró. Cuando llegó, «me dijo que fuéramos a la habitación porque había un inquilino en la casa y no quería molestarlo. Me puse sentada en la cama y hablamos y fue cuando comenzó a ponerse fanfarrón diciéndome que si no estaba con él, no iba a estar con nadie. Le dije entonces que estaba conociendo a un chico de Las Palmas y se lo tomó muy a mal», añadió la víctima.
«Quería besarme y le decía que no, por lo que se acercó a mi y me empezó a restregar sus genitales, se bajó el pantalón y la ropa interior y me tumbó en la cama agarrándome de los brazos. Le decía que me dejara pero es una persona muy robusta y me sujetó con brutalidad. Me quitó la ropa y me penetró a la fuerza y a lo bestia. Le decía que parara pero no me hacía caso ni me lo podía quitar de encima», narró esta joven a preguntas del fiscal, añadiendo que, a continuación, le dio la vuelta «para intentar penetrarme analmente y no lo consiguió porque aproveché para escaparme y salí corriendo al baño», una versión que negó tajantemente el acusado en su declaración.
La víctima, tras salir corriendo de la casa, estaba «mal, traumatizada y temblando. Estaba tan en shock que lo único que quería era irme, tenía mucho miedo a que alguien se enterara de lo que había pasado. Mi familia es muy religiosa y me temía lo que pudiesen pensar. Por eso, al salir de la vivienda fui a una tienda que estaba al lado donde trabaja un amigo. Me vio temblando y despelusada y me preguntó qué me pasaba, a lo que respondí que había sido violada por mi expareja», determinó.
Tras estos hechos, denunció en comisaría y fue sometida a un examen que determinó que tenía ADN en sus genitales compatible con el presunto agresor, aunque el mismo dijo que fue porque habían mantenido relaciones días antes. No encontraron en el cuerpo de la denunciante heridas o signos de violencia.
«Se enfadó porque la eché de mi casa y eso le jodió», dijo el acusado
Roberto S. R., acusado de abusar sexualmente de su expareja, negó todos los hechos que se le imputan y manifestó que lo declarado por su expareja era totalmente falso.
Detalló que «ella rompió la relación y yo la ruptura me la tomé a mal porque no veía lógico que por culpa de la madre se perdiera una relación. La tenía amenazada con quitarle a la niña si iba a mi casa», declaró.
Ya cuando habían roto, el acusado desveló que «ella seguía viéndose conmigo y le decía a la madre que iba a la biblioteca, aunque luego me decía que ya no quería seguir conmigo».
El día de los hechos, relató el procesado, «ella vino a mi casa a decirme que estaba con otro chico. Le dije que eso no se hacía aunque le deseé que fuera feliz. Empezó a gritar y a gritar y por eso la eché de mi casa. Estuvimos en el salón y en ningún momento fuimos al dormitorio. Es mentira que hablásemos en la cama y menos que yo me pusiese encima de ella ni me quité la ropa en ningún momento. Se enfadó porque yo la eché de mi casa y eso le jodió», manifestó.