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Paralizada las obras en El Confital. C7

La obra del Confital se reanuda tras el desalojo de los vecinos que la pararon 

Polémica vecinal ·

Los ciudadanos consideran que, de acuerdo al permiso del Gobierno, no se puede picar la montaña 

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 11 de abril 2023, 11:01

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Las obras del Confital han vuelto a reanudarse después de que la Policía Local, con la presencia del Cuerpo Nacional de Policía, desalojaran a los vecinos de La Isleta y del colectivo Alternativa Maga Nacionalista (Amaga) que, en la mañana de este martes, volvieron a paralizar la ejecución del proyecto de acondicionamiento y mejora del acceso al Confital.

Poco después de las diez y media de la mañana, cinco ciudadanos se plantaron delante de la excavadora y obligaron a la constructora a suspender los trabajos. Estos vecinos llamaron al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para denunciar lo que consideran como una ilegalidad en las obras de la entrada al Confial, pues entienden que los trabajos están provocando un daño irreparable y, en su opinión, no amparado por autorización alguna, a la montaña del Confital.

Como el Seprona no llegaba, y ante la advertencia de la Policía Local de que si no abandonaban el lugar serían desalojados por la fuerza, denunciados por desobediencia y, finalmente, detenidos, los vecinos abandonaron la protesta, con lo que la excavadora siguió limando el terreno. 

Lo que dice la autorización

El dirigente de Amaga, Felipe Ros, asegura que la resolución del Gobierno de Canarias que permite la obra, y a la que han tenido acceso una vez que el conflicto está en vía judicial, no autoriza los desmontes. «Solo pueden retirar piedra, pero no desmontar y aquí están picando hacia abajo», indicó, «parece ser que nadie quiere ver lo evidente».

El dictamen del Gobierno de Canarias, de 17 de febrero de 2023, autoriza el tratamiento de taluedes, con retirada de materiales sueltos y basura, así como con eliminación de especies exóticas invasoras, con varios condicionantes, entre ellos el de «provocar las mínimas alteraciones a la forma y perfil del terreno. Si bien, este condicionante no irá en manescabo de retirar todas aquellas rocas o piedras que se precisen necesarias para reducir al máximo los posibles riesgos por desprendimientos, asegurándose así la integridad de los usuarios de la pista y la pasarela peatonal». 

Amaga ha solicitado una aclaración de sentencia al juzgado que decretó el levantamiento de la orden de suspensión cautelar de las obras, dictado el pasado 27 de marzo, con el fin de que determine si los trabajos pueden extralimitarse, como ellos defienden, de la autorización dada por el Ejecutivo autónomo. 

También ha reclamado la paralización cautelar de la obra por la vía penal.

«El permiso dice que lo que no se debe hacer es picar la montaña», abunda Pedro Brisón, uno de los vecinos más activos en la lucha contra esta obra, «solo podrían quitar el material que está suelto». 

La interrupción de los trabajos se produjo justo cuando iba a entrar una hormigonera. «Todo esto es exagerado», prosiguió Brisón, «se han llevado más de veinte camiones de piedras y basalto». 

 Las personas que se oponen al proyecto también han denunciado la falta de exposición pública del proyecto. E insisten en que como se trata de un suelo rústico de protección costera, la autorización del Gobierno de Canarias y el encargo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no pueden amparar una alteración de los perfiles de la montaña. 

Por eso, esta parte de la ciudadanía ha paralizado en cuatro ocasiones los trabajos y la salida de un camión. También han presentado tres denuncias distintas en vía judicial. 

A ello se añade la paralización cautelar de la obra decretada por el juzgado –luego levantada- que duró dos días más. 

El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 1,35 millones de euros, trata de acondicionar el firme de la pista de acceso para vehículos al Confital, «la canalización de pluviales del talud, la mejora del

camino peatonal de bajada a la playa y su conexión con la plaza de Pepe el Limpiabotas, el refuerzo de los taludes con el fin de evitar desprendimientos y conferir mayor seguridad a la zona, así como reverdecer las laderas mediante la plantación de especies vegetales autóctonas canarias». 

Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se ha defendido siempre que la actuación cuenta con todos los permisos necesarios. 

Falta control en el acceso

Mientras se desarrollan las obras, se sigue produciendo la entrada a la bahía por parte de personas que van por las laderas, justo al lado de donde la retroexcavadora está acometiendo los trabajos.

Dos personas, una de ellas un menor, acceden al Confital justo al lado de las obras. C7

Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se aclara que, por el momento, el paso peatonal al Confital está permitido, pero debe hacerse por la pasarela y por las escaleras de acceso a la playa.

Cualquier otra vía de entrada al Confital supone en riesgo personal, no solo por la cercanía a las obras, sino también por posibles caídas desde la ladera.

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