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Un grupo de vecinos de La Isleta se plantó este jueves a las puertas del Confital e impidió, durante horas, que saliera un camión con la tierra de la ladera que se había quitado con motivo de la obra que se desarrolla en el acceso a esta playa de la capital.
Las alarmas vecinales saltaron a primera hora del día, cuando empezó a cargarse el primero de los dos camiones que retiraban las piedras y la tierra de los taludes que han sido recortados. «Llamé a la gente, pero no llegó a tiempo, aunque sí se logró parar el segundo camión», explica Pedro Brisson, el vecino que todos los días documenta la marcha de las obras para alimentar, en caso necesario, las denuncias.
Los vecinos aseguran que llamaron al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), «pero no se presentó». Brisson añade que desde la dirección de obra se requirió la presencia de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía.
El camión estuvo atascado en la puerta del Confital durante una hora y media. Al final, según la versión vecinal, los ciudadanos dejaron que el camión se fuera después de que la Policía Nacional hiciera constar en un informe el contenido de la carga.
Después de esto, el portavoz de Alternativa Maga Nacionalista (Amaga) se personó en la comisaría para volver a denunciar las obras. Se trata de la tercera denuncia que se interpone con el fin de paralizar estos trabajos.
Aunque las obras cuentan con todos los permisos necesarios, según la versión del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, estos ciudadanos entienden que los trabajos afectan a los perfiles de la ladera, que, en su opinión, no pueden alterarse en una actuación de conservación y por estar situados en suelo rústico de protección. Los vecinos han pedido al juzgado que paralice la obra de manera cautelar.
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