¿Y usted qué usos permitiría o prohibiría en Las Canteras?

«Es de todos y debe ser usado de manera adecuada», adelantó el edil nacionalista.

Esto implica una revisión del actual funcionamiento de la playa y del uso que le da la ciudadanía. «Hablaremos de todo», expuso Pedro Quevedo a este periódico. Y ahí se incluye desde la reordenación de los espacios deportivos hasta la proliferación de terrazas y el cumplimiento de la norma, que fija un nivel de ocupación máximo de cuatro metros desde las fachadas, y de dos metros desde la barandilla.

El Ayuntamiento no cierra el debate a ningún tema. De hecho, todo indica que se volverá a plantear la posibilidad de reflexionar sobre el paso de los corredores por el paseo.

Menos posibilidades tiene que se permita el regreso de los perros y mascotas a la avenida. Y no se abre la puerta a la pesca en la zona de baño, entre la orilla y La Barra.

La filosofía de la microárea es desarrollar «un modelo de gestión de usos costeros diseñado para impulsar el uso sostenible de los recursos del ecosistema, tales como el ecoturismo, asociado a su vez a la preservación de la biodiversidad marina e impulsando pequeñas zonas que puedan ser beneficiosas para todos sus usuarios», según la información que facilita el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a través de su página web.

La intención de regular los usos en la playa se dio a conocer en el transcurso de una comparecencia solicitada por el PP. La concejala María Mas puso sobre la mesa la necesidad de atajar el problema de contaminación que afecta al Confital y que mantiene la playa cerrada al baño desde hace seis años. También demandó que se buscara el problema que ha provocado tres episodios de contaminación fecal en La Puntilla en un año y que propiciaron la pérdida de la bandera azul para la playa de Las Canteras en verano.

Quevedo le respondió que «no existe ningún riesgo por bañarse en Las Canteras», a la que definió como «la mejor playa urbana del mundo, con o sin bandera azul».

Respecto a la contaminación del Confital, lo atribuyó a la antigüedad de la red de abasto de Las Coloradas; y la de La Puntilla, a circunstancias puntuales y de corta duración.