Una testigo, esencial en la detención del homicida confeso de Lanzarote: «Le seguí, llamé a la Guardia Civil y vi como tiró el cuchillo»
La Fiscalía interesa la pena de 13 años de prisión al afirmar que ha quedado acreditado que el acusado asestó tres puñaladas a la víctima Daniel García «con ánimo de acabar con su vida» el 25 de julio de 2023 en la localidad de Playa Blanca
«Vi como empezaron a discutir en una cafetería de la zona, el acusado una vez hirió a la víctima empezó a huir y le seguí mientras hablaba por teléfono con la Guardia Civil. Cuando caminaba por detrás aprecié como tiró un cuchillo en una azotea de la zona». Así comenzó la declaración una de las testigos que colaboró con los agentes en la detención de Manuel Esteban Montoro, el confesó homicida que mató a Daniel García y que reconoció los hechos ocurridos el 25 de julio de 2023 en Playa Blanca, Lanzarote, desde la fase de instrucción del procedimiento cuyo juicio se celebra esta semana ante un Tribunal de Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
La testigo vio la discusión entre las dos personas presuntamente por la sustracción del teléfono móvil de la víctima al acusado: «Vi como el fallecido se cayó al suelo herido, había personas socorriéndole. Luego vi que la otra persona llevaba un cuchillo en la mano y empezó a huir. Llamé a la Guardia Civil y comencé a seguirle».
«Mantuve una distancia prudencial en todo momento por si acaso se diera cuenta de que le estaba siguiendo, escuché que dijo que le había robado su móvil», añadió la testigo por videoconferencia. «Cuando lo pierdo de vista le grito a las personas que lo detengan porque vi que quería subirse una guagua. Al escuchar esto cambia de rumbo», continuó relatando.
Al estar cerca de la comisaría de la Policía Local del municipio lanzaroteño de Yaiza, la testigo fue a pedir ayuda. El acusado cuenta que lo había visto meterse en el interior de un apartahotel de la zona. «Acompañé a los agentes al complejo y ya lo detuvieron. Luego les guié a donde había arrojado el arma blanca y la recogieron para inspeccionarla», finalizó ante la Sala.
Otra de las testigos citadas para testificar declaró que vio «prácticamente todo» desde el balcón de su domicilio. «Vi como discutieron en la cafetería y como uno de los hombres apuñaló en tres ocasiones al otro», señaló a través de videollamada ante las preguntas de la fiscal María Isabel García Galván. Esta persona grabó un vídeo de 30 segundos del momento de los hechos que fue visionado por el jurado popular antes de los informes finales de las partes.
Con respecto a las fuerzas de seguridad que intervinieron ante los hechos, uno de los policías locales de Yaiza manifestó que Manuel Esteban Montoro se encontraba en el complejo Las Brisas. «Al principio al detenerlo estaba agresivo, pero se calmó rápidamente», apostilló. Luego, la testigo que siguió al confeso homicida le condujo hasta donde estaba el cuchillo: «Me subí a la azotea y fotografié el arma blanca. Luego lo cogí para inspeccionarlo. Era uno de cocina, de los que vende IKEA», declaró el agente.
Uno de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación afirmó que el hombre fue «colaborador», que «reconoció los hechos» y que lo vio «consciente» de lo que había ocurrido. «No dificultó en ningún momento nuestro trabajo», dijo en la sala.
En la prueba pericial, dos peritos del instituto de toxicología y de ciencia forense constataron que en el cuchillo examinado había en la hoja del mismo un perfil genético «coincidente» con el de la víctima. Además, en el mango se encontraron «componentes genéticos» del encausado.
Por otro lado, los peritos encargados de elaborar el informe de autopsia y la imputabilidad del acusado manifestaron que el fallecido presentaba «tres heridas por acción lesiva» con arma blanca. «Una de las heridas penetró en la cavidad torácica y perforó el ventrículo derecho. Fue letal ya que la puñalada atravesó el corazón», declaró el perito.
Informes finales
Una vez finalizada la prueba pericial, las partes elevaron sus conclusiones a definitivas. La fiscal María Isabel García Galván apostilló en su informe final que «quedó acreditado» el delito de homicidio de Manuel Esteban Montoro. «No podemos perder la perspectiva de que acabó con la vida de una persona y quería ese resultado por la intensidad y la zona de las agresiones con el arma blanca», afirmó ante el Tribunal de Jurado.
Asimismo señaló que ha quedado acreditado por los médicos forenses que «no concurría ninguna circunstancia» que alterase la capacidad del acusado en el momento de los hechos.
«Tienen las pruebas suficientes para acreditar un delito de homicidio del acusado con una muerte violenta», concluyó la Fiscalía que solicita 13 años de prisión e indemnizar a la madre de la víctima con 65.000 euros por los daños morales causados.
El abogado Agustín Márquez, que ejerce la acusación particular en nombre de la madre de la víctima, se adhiere a lo manifestado por la fiscal: «Tenia una intención clara y sabia lo que estaba haciendo».
Por su parte, la defensa pidió rebajar la pena a su cliente a los diez años de cárcel centrando su informe en el arrepentimiento y el reconocimiento de los hechos. «No se pone en duda que lo mató, no es el típico delincuente... Tiene 71 años, es un hombre educado, sufre ansiedad y no era su intención matarle. Esperamos que el veredicto sea con la pena mínima», expresó esta parte ante la Sala.
Tras los informes, el magistrado señaló que este miércoles se le entregará el objeto al jurado popular que tendrá que deliberar.