Tasate insta a recuperar las alfombras del Corpus como oportunidad turística y cultural
La asociación cultural recuerda al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que «más allá de su connotación religiosa» estos tapices «representan una muestra de arte efímero, de identidad popular y de tradición histórica, que merece ser recuperada y puesta en valor»
La Asociación Cultural Tasate insta en un comunicado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a recuperar la tradición de las alfombras del Corpus, entendiendo que «se trata de una manifestación artística y patrimonial de alto valor, con un enorme potencial turístico y cultural para la capital».
Yeray Castellano, miembro de Tasate, señala que «más allá de su connotación religiosa, estas alfombras representan una muestra de arte efímero, de identidad popular y de tradición histórica, que merece ser recuperada y puesta en valor».
Asimismo, recuerda que «los diseños originales de las alfombras aún se conservan gracias al archivo fotográfico de Jesús Arencibia, uno de sus principales impulsores en una de las últimas etapas de esplendor de esta expresión artística».
Desde Tasate se critica que se use la aconfesionalidad del Estado como excusa para desatender esta tradición, cuando «vemos al propio Ayuntamiento participar activamente en procesiones magnas, coronaciones canónicas o actos vinculados a la llegada y partida de la Virgen del Pino»
El integrante de la asociación cultural Tasate también lamenta «el enfoque dado» en la última edición de las alfombras elaboradas en el entorno de Vegueta con motivo de la festividad del Corpus, el pasado domingo 22 de junio, donde «se utilizó el eslogan de la Concejalía de Parques y Jardines para una acción que debería haber sido tratada con mayor respeto hacia su dimensión artística y patrimonial».
Castellano señala en el documento remitido por la entidad cultural que representa, que «ver cómo La Orotava ha sabido convertir esta tradición en un recurso turístico de primer orden, cuyo origen histórico se remonta precisamente a Las Palmas de Gran Canaria, y comprobar cómo aquí no se le otorga el mismo valor, es frustrante».
